Larry Fink, director ejecutivo de BlackRock, sugiere que la cartera estándar futura podría incluir una distribución diferente de 50% acciones, 30% bonos y 20% activos privados como bienes raíces, infraestructura y crédito privado.
A pesar de la incertidumbre económica y la posible implementación de aranceles más altos por parte del gobierno de Donald Trump, Fink recomienda mantenerse en los mercados con una estrategia diversificada.
Según Fink, esta nueva estructura ofrece protección contra la inflación y proporciona estabilidad y rendimientos. No obstante, advierte que lograr una distribución de 50/30/20 no será fácil para los inversores individuales o incluso aquellos que invierten en fondos.
Fink destaca que la diversificación, fundamental según la Teoría Moderna de Carteras, sigue siendo la mejor opción para minimizar riesgos y maximizar rendimientos. Esta teoría, desarrollada por economistas ganadores del Premio Nobel como Harry Markowitz y Bill Sharpe, sugiere una cartera tradicional de 60% acciones y 40% bonos.