A menudo hablamos del dinero, pero no del tiempo, que es fundamental para acumular riqueza.
La historia de Ronald Read es un ejemplo notable. Un conserje y trabajador de una gasolinera, casado y con dos hijos, falleció a los 92 años con un patrimonio de más de 8 millones de dólares.
- Estilo de vida: Vivió frugalmente, manejaba un coche pequeño de segunda mano y usaba ropa por años, incluso remendada.
- Inversiones: Ahorró e invirtió inteligentemente toda su vida. Compró acciones de empresas sólidas en distintos sectores y las mantuvo durante décadas, a menudo reinvertiendo los dividendos.
- Diversificación: No especuló ni buscó ganancias de corto plazo. Su cartera estaba diversificada en empresas como Wells Fargo, Procter & Gamble y J.P. Morgan Chase.
- Legado: En su testamento, legó 6 millones de dólares a la biblioteca pública y el centro de salud local, manteniendo un estilo de vida modesto hasta el final.
Ronald Read nunca tuvo un ingreso elevado. Su secreto fue aprovechar el tiempo y un conocimiento básico de inversiones, sin necesidad de asesorías. Invirtió en empresas sólidas y las mantuvo durante largo tiempo.
La importancia del tiempo
En EEUU, el principal índice bursátil ha dado un rendimiento nominal promedio de 10% anual. Con una inversión temprana y consistente durante 50 años, uno podría multiplicar su capital por 100.
- Ahorro: Ahorrar solo 40 dólares a la semana e invertir inteligentemente durante toda la vida laboral (más de 40 años) podría resultar en un patrimonio superior a un millón de dólares.
- Inflación: Es importante tener en cuenta el efecto de la inflación y hacer proyecciones con rendimientos reales esperados.
El tiempo es crucial para construir patrimonio. La cantidad ahorrada y el rendimiento obtenido se potencian con él. Si no hay suficiente tiempo, el crecimiento no será suficiente.
En la segunda parte de esta serie, discutiremos sobre la fórmula del patrimonio, donde el tiempo también es un componente fundamental.