La ganadería es una actividad agropecuaria crucial en México. Con más de 24 millones de toneladas de producción pecuaria y un inventario bovino superior a los 36 millones de cabezas, el país posee condiciones económicas y naturales favorables para el desarrollo de la ganadería de doble propósito.
En Veracruz, Chiapas y Tabasco, que concentran el 80% de esta actividad, se destaca la producción de carne y leche bovina. Las Choapas, Minatitlán y Jesús Carranza son los principales municipios productores, aportando un 17.7% al estado.
Desafíos y Soluciones
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) trabaja en alternativas para equilibrar la producción sostenible de alimentos. La ganadería sostenible se basa en principios clave:
- Uso eficiente de recursos
- Manejo del suelo y pastoreo
- Reducción de emisiones impactantes
- Bienestar animal
- Diversificación de cultivos y ganadería
- Promoción de prácticas sostenibles
- Conservación de la biodiversidad
En Veracruz, se promueve el manejo regenerativo de los ranchos y la medición del ganado por eficiencia productiva. Sin embargo, persisten preocupaciones sobre el uso de insumos externos y la escasez de mano de obra.
Colaboración y Desarrollo
Es esencial que las entidades gubernamentales trabajen conjuntamente con los productores para abordar el cambio climático y la producción de alimentos, especialmente en leche y carne. La región tropical húmeda tiene un gran potencial en estas áreas.
Se recomienda difundir esta información entre los ganaderos locales para impulsar la ganadería regenerativa de manera sostenible.
Inversión y Apoyo
Los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA), como parte de la Banca de Desarrollo, ofrecen financiamiento a nuevos proyectos de mitigación y adaptación al cambio climático. Con apoyo de garantía entre el 20% y el 50%, y tasas de interés entre 100 y 400 pb, FIRA promueve la participación en esquemas ganaderos sostenibles.
En Coatzacoalcos, FIRA proporciona asesoría técnica y apoyo financiero para implementar prácticas innovadoras y sostenibles. Esto ayuda a mejorar la eficiencia y resiliencia de los sistemas ganaderos en la región.