¿Habrá recesión, estancamiento o solo un muy bajo crecimiento? Es difícil responder, pero lo que sí es claro es que el PIB por habitante seguirá cayendo, en línea con la contracción experimentada en el sexenio de López Obrador.
La experiencia de seis años y medio de la Cuarta Transformación confirma que no han sido capaces de generar crecimiento; por el contrario, prácticamente todo lo que han hecho sería ejemplo de un libro de texto de qué hacer si el objetivo fuese que la economía no creciera.
Datos Apuntando a una Contracción Económica
- Crecimiento del PIB: El año pasado, el PIB creció únicamente 1.3%, pero en el cuarto trimestre se contrajo en 0.6% respecto al tercer trimestre.
- Evolución del IGAE: Después de las elecciones presidenciales, la actividad económica disminuyó en cinco de los siete meses siguientes: julio (0.5%), agosto (-0.3%), septiembre (0.1%), octubre (-0.8%) y noviembre (0.3%).
- Balanza Comercial: Las exportaciones automotrices cayeron en 15.2% solo en febrero, lo que podría ser un indicio de presiones recesivas.
- Importaciones: Todas han tenido una tendencia decreciente, lo cual indica un estancamiento o caída de la actividad económica. Las importaciones de bienes intermedios y de capital también han disminuido.
- Empleo: Hubo una caída en la ocupación laboral de 236,000 personas entre febrero de 2024 y febrero de 2025, con una reducción significativa en la industria manufacturera.
Estos indicadores sugieren una desaceleración significativa de la actividad económica. Los pronósticos de crecimiento reflejan esta situación, con una mediana de 0.6% para este año según Citi México, pero la OCDE estima que el PIB podría caer en 1.3% si se impusieran aranceles generalizados a las exportaciones mexicanas.
Aunque no es posible afirmar con certeza si habrá una recesión, hay consenso en que las condiciones institucionales actuales en México no son propicias para impulsar la inversión privada, la mejora tecnológica y el crecimiento económico.