El 2 de abril, Donald Trump no cerró la puerta a la incertidumbre ya que mantener al mundo en volatilidad le ha dado dividendos. Ahora, se debe negociar bajo la amenaza de aranceles, buscando cualquier exención o condonación.
Reconocimiento de la Administración Trump
A pesar de adoptar la doctrina Kalimán (esperar serenos y pacientes), las autoridades mexicanas no lograron diferencias significativas. Sin embargo, la administración Trump reconoció el “respeto” de México hacia el Presidente estadounidense.
Comparación con Otros Países
Mientras que Canadá amenazó con aranceles espejo y dificultades en la exportación de energía eléctrica, la Unión Europea enfrenta desafíos debido a intereses comerciales dispares entre sus miembros. Los países asiáticos, como Japón, China y Corea del Sur, unieron fuerzas para responder de manera conjunta.
Esperar ya no es una opción
La espera ha terminado. Aunque hay margen para negociaciones, México no puede permitir que su estructura comercial se derrumbe por aranceles inmediatos, confiando en la gracia de Trump.
Violación del T-MEC
Las acciones de Trump contra el acero y el aluminio, así como el sector automotriz, violan el T-MEC. Este tratado establece que solo se pueden aplicar aranceles en el mismo sector afectado.
Respuesta Quirúrgica
México debe implementar aranceles específicos a productos que afecten a estados gobernados por republicanos, como el whisky de Tennessee o las papas de Idaho.
Presión Inflacionaria y Limitaciones
Cada arancel implicará presión inflacionaria para los consumidores mexicanos. Sin embargo, quedarse pasivo mientras Trump abusa de sus socios comerciales no es viable.
Conclusión
La puerta para la negociación está abierta, pero la respuesta debe ser políticamente dolorosa. Aplicar aranceles a productos específicos puede presionar a los republicanos sin dañar al mercado interno mexicano.