El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, descartó este jueves tomar medidas recíprocas ante los nuevos aranceles globales de Estados Unidos que entrarán en vigor el 5 de abril.
A pesar de considerar que estos aranceles “no son un acto amistoso”, Albanese afirmó que su Gobierno no buscará imponer aranceles recíprocos. La decisión, según él, “aumentará la incertidumbre en la economía mundial y aumentará los costos para los hogares estadounidenses”.
Albanese destacó que estos gravámenes son “totalmente injustificados” y que su país seguirá defendiendo la eliminación de estos aranceles. Sin embargo, enfatizó que no se unirán a una competencia desleal que lleve a precios más altos y crecimiento más lento.
El primer ministro subrayó que la “historia compartida”, la “amistad” y la “alianza” con Estados Unidos son “más importantes que una mala decisión”. Aunque reconoció que esta acción podría ser vista como un “menoscabo” de la relación comercial y contraria a los valores compartidos, afirmó que su Gobierno siempre defenderá los empleos, la industria, los consumidores y los valores australianos.
