Aunque México se libró de los aranceles recíprocos, enfrenta gravámenes del 25% para el sector automotor, así como tarifas para la industria del acero y el aluminio.
Lo bueno
- No aranceles recíprocos: México no fue incluido en la lista de países que pagarán los aranceles recíprocos, lo que representa un alivio para sus exportaciones.
- Beneficios para el T-MEC: Las exportaciones mexicanas cumplan con las reglas del T-MEC no enfrentarán aranceles de 25%. Esto podría revitalizar el “nearshoring” y atraer inversiones.
Lo malo
- Aranceles automotrices: México enfrenta un gravamen del 25% para el sector automotor, afectando a grandes productores como Ford, General Motors y BMW.
- Complejidad de reglas: Las nuevas regulaciones sobre el contenido estadounidense en los vehículos son complicadas, generando incertidumbre para las empresas.
Lo feo
- Incertidumbre comercial: El futuro de la guerra comercial es incierto, con posibles represalias de otros países afectados y un impacto negativo en el PIB global.