Más de 3.3 millones de jóvenes mexicanos entre 15 y 24 años trabajan en la informalidad, sin embargo, dentro del sector formal, es decir, en empresas formales o gobierno, este número supera nominalmente a la población juvenil que se emplea en la informalidad laboral.
Precariedad Laboral Visible
La precariedad laboral de la población juvenil volvió a ser evidente después de la muerte de dos jóvenes fotoperiodistas en el festival AXE Ceremonia, donde una estructura se derrumbó durante el evento.
Trabajo Precario y Falta de Seguridad Social
Esteban Álvarez, coordinador de la Alianza Jóvenes con Trabajo Digno, destaca que en México hay 7.6 millones de jóvenes en trabajos precarios donde la principal carencia es la falta de seguridad social y un salario suficiente.
La realidad laboral para los jóvenes, según él, se ha aceptado como una “realidad” y no como la ausencia o carencia de derechos. Sostiene que es necesario exigir justicia y el derecho al trabajo digno sin precarización.
Necesidad de Experiencia y Responsabilidades Empresariales
Álvarez argumenta que la precariedad laboral de los jóvenes a menudo está asociada con discursos sobre la “necesidad de experiencia” por parte de las empresas, quienes no quieren asumir sus responsabilidades establecidas en las normas laborales.
Acumulación de Desventajas
Los jóvenes de entre 15 y 29 años son el grupo poblacional más grande del país, representando a uno de cada cuatro mexicanos.
- 4 millones están fuera de la escuela
- 8.7 millones carecen de Educación Media Superior
- 5.1 millones están fuera de la escuela y sin trabajo (y además tienen rezago educativo)
- 8.2 millones tienen trabajos precarios
Problemas Estructurales en América Latina
La historia de los jóvenes y el empleo en Latinoamérica suele ser similar al de México, con una tasa de desocupación juvenil tres veces mayor que la de los adultos.
Cerca del 60% de las personas jóvenes trabajan en la informalidad, lo que limita su acceso a la seguridad social y condiciones laborales dignas.
Para reducir esta brecha, la OIT recomienda fortalecer los sistemas de formación profesional, promover políticas activas de empleo juvenil y reforzar la protección social.