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Desafíos y Estrategias para el Liderazgo Femenino
“Eres demasiado buena gente”. Así le decían a Rossana Reynoso, vicepresidenta de RGP México y Latinoamérica cuando tomó una posición de liderazgo. Pero esta historia es solo un ejemplo de cómo los estereotipos han limitado el crecimiento del liderazgo femenino durante años.
Durante muchos años, se ha visto al liderazgo femenino como una gestión débil y con falta de carácter. Sin embargo, se ha demostrado que el liderazgo femenino es más empático, inclusivo y eficiente.
Según Ipsos y la Fundación Generación Empresarial (FGE), el 59% de las personas consideran que existe una diferencia entre la gestión de los hombres y las mujeres.
Las mujeres pertenecientes a la generación X, presentan dificultades para cambiar su percepción y entender que es posible aspirar a un puesto más alto. “Las que venimos de la generación X se nos educó para obedecer, para no ser disruptivas y esto implica un cambio de perspectiva en lo que queremos hacer”, menciona Rossana Reynoso, vicepresidenta líder de mercado en la RGP México y Latinoamérica.
Una limitante cuando una mujer es líder es adoptar comportamientos que se asumen estereotípicamente de hombres, lo cual provoca que pierda la autenticidad en su forma de gestionar equipos. Por ejemplo, mostrarse ruda o fría para ser tomada en cuenta, cuando en realidad no es parte de su personalidad.
“Es importante ser una misma, poner en práctica las soft skills para sumar e ir desplazando los viejos modelos de autoridad, porque aprendimos a copiarlos”, reitera Rossana Reynoso.
Las mujeres lideran con mayor empatía
Aunque el liderazgo se enfoca en el acompañamiento y guía para los demás, se nota la diferencia cuando es ejercido por un hombre que, por una mujer, ya que estas últimas se enfocan en brindar más empatía, inclusividad, confiabilidad y son más éticas.
Pero, el problema es que las mujeres temen expresarse como ellas mismas y caer en los estereotipos de género, por ejemplo, si se muestran vulnerables sienten que es un signo de debilidad y no aptas para el puesto.
Rossana Reynoso relata que ocultaba su verdadera forma de ser, ya que recibía comentarios como: “Eres demasiado buena gente” y “te gusta tratar bien a los demás”, el cual se percibía como algo negativo, pero se trataba más de la cultura de la organización.
Ipsos le preguntó a los encuestados que género preferirían en un jefe, el cual 33% elegiría a una mujer, mientras que al 45% le sería indiferente y un 19% optaría por un hombre.
4 Tips para impulsar el liderazgo femenino
- Autorreflexión: Comenzar a reflexionar cuál es la misión de vida, qué metas se han olvidado o intentado. Es importante que las mujeres se enfoquen en sus objetivos y pasiones.
- Identificar fortalezas: Reconocer las habilidades y talentos únicos que poseen, enfocándose en lo que les diferencia y les permite destacar.
- Desafiar el síndrome del impostor: Trabajar en la confianza y la autoaceptación, reconociendo que sus logros son válidos y merecidos.
- Ser auténticas: Mostrar su verdadera personalidad, valores y estilo de liderazgo, sin intentar encajar en estereotipos.
Según Aydeli Ríos, fundadora de Guapalita, “la rutina te hace olvidar, llega un momento en que empiezas a automatizar tus actividades y comportamientos que terminas olvidando quién eres”. Por eso, es fundamental recordar su propósito y valores para mantener la motivación y el liderazgo.