Cómo se Administran las Finanzas de la Ciudad del Vaticano
El Vaticano, gobernado por el Papa, es un país único en el mundo: el más pequeño. El Papa no solo lidera la Iglesia Católica a nivel mundial, sino que también es el jefe de estado de la única teocracia existente en Europa. Con aproximadamente 760 habitantes, el Vaticano opera con un sistema financiero complejo y enfrenta desafíos presupuestarios mientras se prepara para un año récord de visitantes.
Las finanzas del Vaticano provienen principalmente de tres fuentes: donaciones, inversiones y ingresos por turismo. Las donaciones se reciben a través del fondo oficial del Papa, que ha mantenido un promedio de 48 millones de dólares en la última década, con picos más altos en 2018 (77 millones de dólares) y 2019 (66 millones de dólares). Además, el Vaticano posee una considerable cartera de inversiones en acciones y controla más de 5,000 propiedades, la mayoría ubicadas en Italia.
Los ingresos por turismo también han sido una fuente importante, aunque la pandemia de COVID-19 causó una fuerte caída en 2020 y 2022. En 2023, sin embargo, se observa un retorno masivo de turistas.
Principales Instituciones Financieras
El Vaticano cuenta con dos instituciones financieras clave: el Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido como el “Banco del Vaticano”, y la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (Apsa). El IOR opera exclusivamente dentro del Vaticano y recientemente obtuvo un International Bank Account Number (IBAN) tras la entrada de la ciudad-estado en la Zona Única de Pagos Europea.
La Apsa actúa como un banco central, encargándose de administrar los bienes e inmuebles de la Santa Sede y gestionando un único fondo soberano. Gestiona los fondos que antes eran administrados por la Secretaría del Estado.
Proyecciones de Visitantes y Desafíos Presupuestarios
Este año, el Vaticano espera alcanzar un récord de visitantes, como parte del Año Santo Católico (Jubileo), con una proyección de 32 millones de turistas. Los visitantes pagarán la entrada a los museos, que cuestan al menos 24 dólares por persona. Sin embargo, es importante destacar que solo una parte de estos ingresos cubrirá el déficit presupuestario, ya que los museos deben pagar personal y cubrir los costos de las exhibiciones.