El expresidente Ernesto Zedillo ha lanzado un diagnóstico sobre la situación actual de México, que, si bien será escuchado con cautela y reinterpretado por una generación más joven, contiene elementos que sugieren un desgarramiento institucional en curso y la necesidad de replantear el modelo de ejercicio del poder.
Zedillo, quien gobernó México durante el inicio de los años 90, ha sido objeto de descalificaciones por parte del gobierno actual. Su reciente declaración sobre la “elección judicial” como una “farsa” inventada por dictadores para controlar el Poder Judicial, ha resonado en círculos limitados pero merece ser analizada. Su argumento se basa en la ausencia de un sistema democrático que utilice mecanismos similares para seleccionar jueces.
El contexto de esta declaración es crucial. México, en la actualidad, cuenta con una población donde aproximadamente el 65% tiene menos de 40 años. Para esta generación, Zedillo es una figura histórica, un referente del pasado, y no necesariamente un punto de comparación directo para el conocimiento personal. Sin embargo, sus palabras ofrecen una perspectiva que contrasta con la realidad percibida por el gobierno en turno.
El Desgarramiento Institucional: Un Diagnóstico de Zedillo
Zedillo ha argumentado que México está experimentando un “desgarramiento institucional”. Esta frase, junto con su afirmación de que la democracia ha muerto y está en construcción un “Estado policial”, no son palabras que encontrarán eco generalizado, pero sí merecen ser consideradas. El gobierno actual ha respondido con una estrategia de descalificación y división, buscando identificar un “enemigo extranjero” (en este caso, Donald Trump) para desviar la atención de los problemas internos.
El Modelo de Poder Actual y su Contraste con el Pasado
El gobierno actual ha implementado una “mayoría calificada artificial” tras las elecciones del año pasado, lo que representa un cambio significativo en la forma de tomar decisiones políticas. Este sistema, según Zedillo, es una herramienta para mantener el control y perpetuar un modelo de poder. Este sistema se presenta como una respuesta a la amenaza del populismo, en este caso, el de Donald Trump.
El Contexto Demográfico y la Evaluación del Pasado
Si bien el gobierno actual tiene una base de apoyo considerable, la realidad es que en México existe una generación significativa (aproximadamente el 65%) que no vivió los eventos y desafíos del final del siglo XX, cuando Zedillo estuvo en el poder. Para esta generación, Zedillo es un personaje histórico, una figura del pasado que no necesariamente ofrece un marco de referencia directo para evaluar el presente. Sin embargo, sus observaciones sobre la manipulación del sistema judicial y la percepción de un “Estado policial” pueden ser interpretadas como una crítica al modelo actual.
El Populismo y la Desunión Interna
El gobierno actual ha adoptado una estrategia de confrontación, buscando un “enemigo externo” (como Donald Trump) para desviar la atención de los problemas internos y mantener el control. Esta estrategia, según Zedillo, es una forma de perpetuar un modelo de poder que se basa en la manipulación y el control del sistema judicial.
Preguntas y Respuestas Clave
- ¿Por qué el gobierno actual descalifica las declaraciones de Ernesto Zedillo? El gobierno busca mantener su base de apoyo, desviar la atención de los problemas internos y perpetuar el modelo actual de ejercicio del poder.
- ¿Qué significa la frase “desgarramiento institucional” según Zedillo? Se refiere a una situación de manipulación, control y falta de transparencia en el sistema político y judicial.
- ¿Por qué es relevante la edad de la población mexicana? La mayoría de los mexicanos actuales tienen menos de 40 años y no vivieron el contexto del gobierno de Zedillo, lo que dificulta la evaluación directa de sus políticas.
- ¿Por qué se menciona a Donald Trump? El gobierno busca utilizar la figura de Trump como un “enemigo externo” para desviar la atención de los problemas internos y mantener el control del sistema.