El Rezago en Condiciones Básicas de Habitabilidad
En México, el acceso a una vivienda digna sigue siendo un desafío significativo. A pesar de los esfuerzos gubernamentales y la participación del sector privado, una parte importante de la población vive en inmuebles que no cumplen con los estándares mínimos de habitabilidad. Esto se manifiesta en materiales precarios, falta de servicios básicos, hacinamiento y la ubicación frecuente en zonas periféricas con limitada conectividad. El problema no es simplemente la falta de viviendas, sino la calidad y ubicación de las existentes.
Desigualdad Habitacional: Un Panorama Desigual
Según la Cuenta Satélite de Vivienda de México 2023, publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2022, el valor total de la edificación residencial alcanzó los 1.6 billones de pesos. Sin embargo, solo el 18.6% de esta cifra se destinó a construcciones de interés social, lo que revela una marcada concentración en mercados de mayor poder adquisitivo. Esta disparidad evidencia un sistema donde la construcción de viviendas asequibles no es una prioridad, y el acceso a una vivienda digna está fuertemente condicionado por los ingresos.
El Tipo de Construcciones: ¿Hogares Desconectados?
No se trata solo de aumentar la cantidad de edificaciones. El verdadero reto reside en definir qué tipo de hogares se están construyendo, dónde y para beneficio de quién. Las zonas urbanas de rápido crecimiento, especialmente en las periferias de ciudades como Puebla, Guadalajara, Monterrey o Querétaro, han visto proliferar fraccionamientos que, si bien cumplen con los estándares técnicos, a menudo se encuentran desconectados del tejido urbano. Estos desarrollos suelen carecer de la infraestructura necesaria y se ubican lejos de centros de trabajo, escuelas, hospitales o sistemas de transporte público.
Esta lejanía genera una fuerte dependencia del automóvil, lo que incrementa los tiempos de traslado, eleva los gastos familiares y contribuye a la contaminación ambiental. El problema no es solo el traslado, sino el estilo de vida que implica: menos tiempo para la familia, mayor exposición a contaminantes y una menor calidad de vida.
Lecciones de Otros Países
Países como Chile y Colombia han implementado reformas recientes que buscan incentivar la construcción de vivienda social en áreas bien conectadas o que integran esquemas de inclusión habitacional dentro de sus desarrollos. Estas iniciativas buscan abordar el problema desde una perspectiva más integral, promoviendo la integración social y económica de las comunidades.
Políticas para una Vivienda Accesible
En México, se han puesto en marcha diversas iniciativas de planificación metropolitana con avances que responden a contextos locales específicos. Sin embargo, se requiere una visión más integrada para impulsar un desarrollo urbano más equilibrado y accesible para la población. Esto implica no solo construir más edificaciones, sino también:
- Promover un uso de suelo más efectivo, priorizando la construcción en zonas centrales.
- Estímulos concretos para promover vivienda accesible.
- Una coordinación metropolitana funcional que integre los diferentes niveles de gobierno y promueva la eficiencia en la gestión de recursos.
- Infraestructura urbana de calidad que facilite el acceso a servicios básicos y transporte público.
- Una visión que entienda el acceso a un hogar digno como un derecho fundamental, no solo como un producto del mercado.
