México enfrenta un desafío crítico en su sector energético, caracterizado por una preocupante dependencia del gas natural. La situación actual exige una reevaluación profunda y la implementación de estrategias para asegurar la soberanía energética y económica del país. La dependencia, en gran medida proveniente de Estados Unidos, expone a México a la volatilidad de los mercados internacionales y a posibles interrupciones en el suministro.
La Dependencia del Gas Natural: Un Riesgo Inminente
El 60% del consumo de electricidad en México se basa actualmente en el gas natural. En el año pasado, esta fuente representó el 58% de la generación total del Sistema Energético Nacional (SEN), lo que significa que “sin gas, no hay luz”. Esta dependencia es particularmente preocupante debido a la procedencia del gas: aproximadamente el 70% proviene de EE. UU., lo que implica una vulnerabilidad considerable a las fluctuaciones del mercado y la política estadounidense, especialmente con el actual clima político. En 2023, México pagó a su vecino del norte la asombrosa suma de 5,600 millones de dólares por las importaciones de gas natural. Para los primeros tres trimestres del 2024, las importaciones se elevan al 30% de todas las exportaciones de gas natural que realizó Estados Unidos. Esta situación sugiere una relación comercial, pero la dependencia es tan fuerte que no existe margen de negociación; cualquier impuesto o demanda por parte de EE. UU. se aceptará sin posibilidad de apelación, ya que la seguridad del sistema depende directamente de esta relación.
Lecciones del Ejemplo Europeo
La situación en Europa, tras la guerra entre Ucrania y Rusia, ilustra con claridad los riesgos de una dependencia energética. La Unión Europea dependía en gran medida del gas ruso, similar a la situación de México-EE. UU. Cuando comenzó el conflicto, los países europeos sufrieron un impacto sin precedentes, con Alemania anunciando estado de emergencia y programando apagones a nivel nacional. Sus tarifas eléctricas se dispararon, aumentando diez veces su valor anterior a la invasión rusa. Actualmente, aunque la dependencia del gas (no solo del ruso) ha disminuido, se han logrado nuevos proveedores y socios comerciales. Este ejemplo subraya la necesidad de evitar un escenario similar en México, buscando alternativas para fortalecer la independencia energética.
El Plan de Electrificación y la Inversión en Infraestructura
Los planes de electrificación presentados por la Presidenta incluyen una inversión significativa en distribuciones y transmisión, áreas que requerían robustecer. Se busca aprovechar el potencial productivo del norte y occidente de México, pero con la nueva administración, se debe considerar la influencia del “Trumpismo 2.0”, que implica nuevas dependencias como el gas natural.
Renovables, Almacenamiento y la Búsqueda de la Soberanía Energética
La solución pasa por una apuesta decidida por las energías renovables y el almacenamiento. El almacenamiento, regulado recientemente, tiene la ventaja de no estar limitado a máximos de acumulación y puede ser impulsado tanto por el gobierno como por empresas privadas. Aunque ha sido poco explorado a gran escala, ofrece una ventaja modular que ayuda a disminuir la intermitencia y las pérdidas del sistema eléctrico (que en el año pasado costaron alrededor de 30 mil millones de pesos). La combinación de renovables eficientes, transmisión y almacenamiento podría evitar la dependencia del gas natural.
El Crecimiento Eléctrico: Una Paridad con las Economías Avanzadas
La electrificación es sinónimo de riqueza. Las principales economías del mundo comparten una característica: el consumo per cápita de electricidad está directamente relacionado con su Producto Interno Bruto (PIB). Alemania, Francia, Japón y China superan tres (o más) veces el consumo per cápita de México. Esta simetría refleja el crecimiento económico de estas naciones, que son industriales y de manufactura. Se espera un crecimiento eléctrico sin precedentes, impulsado por la era digital-eléctrica.
Innovación y Digitalización: La Necesidad de una Red Sólida
La innovación tecnológica y digital, impulsada por la inteligencia artificial (IA), exige un incremento en la demanda eléctrica. Las inversiones anunciadas a nivel mundial, como los hubs de IA en Estados Unidos, reflejan este nivel de crecimiento esperado. Para no quedarse atrás, es fundamental invertir en electrificación y asegurar una red sólida y autosuficiente.
Nuevos Jugadores y la Industria de Datos
Hemos visto llegar a nuevos jugadores en la industria, con grandes inversiones en almacenamiento de datos. Esta nueva industria requiere una red sólida y autosuficiente para soportar la creciente demanda. México ya cuenta con una de las tarifas eléctricas más bajas del mundo, pero se necesita potenciar la soberanía energética.
El Desafío de la Dependencia y el Futuro Energético
La mejor inversión que podemos hacer es en electrificación, sin depender del gas americano y mejor aún, dejar de depender del gas natural por completo.