El gobierno encabezado por el presidente López Obrador ha sido objeto de críticas y acusaciones relacionadas con la gestión del dinero público, especialmente en el ámbito de las políticas de seguridad. Se han detectado estrategias para influir y dirigir los recursos hacia objetivos específicos, a menudo vinculados con la continuidad del gobierno. La situación se complica con la creación de nuevas estructuras dentro de la Secretaría de Hacienda (SHCP) y la Dirección de Inteligencia Financiera (UIF), que parecen estar siendo utilizadas para influir en investigaciones y desviar la atención de temas sensibles.
Un reciente decreto presidencial ha propiciado una reforma al reglamento interno de la SHCP. Esta modificación busca establecer una Dirección General Especializada en Organizaciones Delictivas, cuyo objetivo es coordinar tareas de inteligencia financiera. Sin embargo, la verdadera intención parece ser más profunda: en lugar de enfocarse directamente en combatir el crimen organizado, se busca que esta nueva dirección actúe como un enlace para la UIF en grupos de trabajo con otras autoridades nacionales, extranjeras e internacionales. Esta estrategia busca asegurar que la información sobre las redes de corrupción y desvío de recursos (como el “huachicoleo” en Pemex) no se convierta en un obstáculo para la continuidad del gobierno.
Maniobras y Presiones en el Interior de Morena
Existe evidencia de que dentro del partido Morena, se han consolidado estructuras de poder con relativa autonomía política, conocidas como “señoríos feudales”. Estas estructuras ejercen influencia y presión sobre las decisiones del partido y, por extensión, del gobierno. En uno de estos “señoríos”, se ha detectado una maniobra para presionar al gobierno federal a que se dedique a investigar casos de corrupción relacionados con funcionarios del pasado, específicamente aquellos vinculados a las investigaciones sobre las redes de corrupción y robo de crudo en Pemex.
Esta estrategia busca desviar la atención de temas que podrían poner en riesgo la continuidad del gobierno, como las investigaciones sobre el “huachicoleo” y el robo de crudo. Se busca que la Presidencia se centre en casos que favorezcan la narrativa del gobierno y eviten exponer las fallas y los problemas existentes.
“Nado Sincronizado” entre Monreal y López
Las recientes sonrisas coordinadas por Ricardo Monreal Ávila y Adán Augusto López Hernández, los coordinadores morenistas en San Lázaro y el Senado, junto con el anuncio de las agendas de los períodos extraordinarios del Congreso, han generado especulaciones sobre una posible alianza o acuerdo entre estos dos políticos. Se sugiere que Monreal y López Hernández han superado sus diferencias personales para trabajar juntos en beneficio del partido y el gobierno. Esta colaboración se interpreta como un “nado sincronizado”, una coordinación estratégica para lograr objetivos comunes.
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En un contexto más amplio, la cita del escritor y poeta Louis Dumur –“la política es el arte de servirse de los hombres haciéndoles creer que se les sirve a ellos”– refleja la complejidad y las estrategias utilizadas en el ámbito político. La situación actual sugiere que se están empleando tácticas para influir en la percepción pública y dirigir los recursos hacia objetivos específicos, a menudo sin una transparencia adecuada.
