El Encuentro con el Silencio
Este encuentro fue con Sophocles, un turista chipriota-griego que reside en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Le compartí profecías mexicas, frente al Templo Mayor, revelando una conexión profunda con las emociones primarias y el silencio como forma de resistencia.
Raíces en la Desesperación y el Silencio
Desde tiempos remotos, las mujeres han buscado a sus hombres en la oscuridad y la desolación. En cuevas y lugares oscuros, creaban rituales y plegarias para que los hombres regresaran con vida. Estas prácticas eran impulsadas por una profunda desesperación y la necesidad de proteger a sus seres queridos, incluso llegando a recurrir a magia y fuerza espiritual.
Estos rituales no eran simplemente oraciones; eran una manifestación física de la angustia y el deseo. Las mujeres utilizaban pintura para marcar las paredes de las cuevas, plasmando sus anhelos y esperanzas. Buscaban a sus hombres con una intensidad que trascendía la lógica, impulsada por la oxitocina y las emociones primarias.
Las mujeres, en su desesperación, experimentaban emociones extremas: locura por el simple olor de un hombre, fascinación por su fuerza y altura, y una reverencia ante su momento de atención. Este comportamiento no era simplemente obsesivo; era una respuesta a la ausencia, a la pérdida y al miedo a la muerte. Se trataba de una forma de resistencia ante un mundo que parecía haber olvidado el valor del hombre y la vida.
El Silencio como Forma de Resistencia
Este silencio, esta ausencia de palabras, no era pasivo. Era una forma activa de resistencia ante un mundo que parecía haber olvidado el valor del amor, la protección y el riesgo. Es una paradoja: en su silencio, las mujeres creaban un espacio de resistencia, una forma de preservar el recuerdo y la conexión con sus seres queridos.
Antígona: Un Ejemplo de Silencio y Resistencia
La figura de Antígona se erige como un ejemplo paradigmático. Ella eligió no negociar su deseo, no ceder ante las leyes que amenazaban con destruir su amor y su familia. En lugar de palabras, eligió la acción: enterrar a su hermano, un acto de desafío y resistencia ante el poder. Su silencio no era una derrota; era una declaración de principios, un acto de amor y lealtad.
Antígona no lloraba por la muerte de su hermano, sino porque el mundo había olvidado su existencia. Su dolor era más profundo porque la sociedad no reconocía el valor de su amor y su sacrificio. Su silencio era un recordatorio de que el amor verdadero no se negocia ni se honra con palabras, sino con acciones y sacrificios.
El “Sófocles Moderno”: Un Eco del Silencio
En mi caso, me llamo Nalleli. El encuentro con Sophocles fue un recordatorio de esta antigua sabiduría. Él me compartió profecías mexicas, pero también me reveló la persistencia del silencio y la importancia de las emociones primarias. En cierto modo, soy un “Sófocles moderno”: una forma elegante de no decir nada, una manera de resistir la violencia y la traición. No amo a ese hombre que me enseñó a ser castigada, pero amo lo que me hizo escribir.
El Lenguaje de las Emociones
La palabra “amor” es un poderoso liberador, como lo dijo el Sófocles de la antigüedad. Para mí, no se trata de un amor romántico, sino de una conexión profunda con las emociones primarias: la desesperación, el miedo, la ira, pero también la esperanza y la resistencia. Es un amor que se expresa a través del silencio, de la acción, de la creación.
Preguntas y Respuestas Clave
- ¿Qué tipo de encuentro fue el que tuve con Sophocles?
- Fue un encuentro en el Centro Histórico de la Ciudad de México, donde compartí profecías mexicas.
- ¿Qué papel juegan las mujeres en estas historias de la antigüedad?
- Las mujeres son las que buscan a sus hombres en la oscuridad, creando rituales y plegarias para su regreso.
- ¿Qué significa el silencio en este contexto?
- El silencio es una forma de resistencia, un acto de amor y lealtad ante la violencia y la traición.
- ¿Qué tipo de amor se explora en esta narrativa?
- Un amor basado en las emociones primarias, la conexión con el pasado y la resistencia ante el mundo.
- ¿Qué representa “Antígona” en esta historia?
- Un ejemplo de silencio, resistencia y amor incondicional.