El Silencio Ante Atrocidades y la Amenaza a la Democracia
Tras el cambio en la dirección de la Organización de Estados Americanos (OEA), se observa una marcada timidez y temor ante las graves violaciones de derechos humanos perpetradas por las dictaduras de Cuba, Nicaragua y Venezuela. Esta nueva dirección parece priorizar una diplomacia cautelosa, evitando temas considerados “incomodos” y relegando a un segundo plano las denuncias de abusos y la promoción de la democracia en estos países.
Omisiones y Censura
El nuevo Secretario General de la OEA, Albert Ramdin, optó por leer un poema en su discurso inaugural, sin condenar explícitamente el terrorismo de Estado que sufren Cuba, Nicaragua y Venezuela. Además, rechazó comentar un informe reciente de Foro Penal que revelaba los arrestos y secuestros sistemáticos perpetrados por la dictadura de Nicolás Maduro. Las violaciones a los derechos humanos de Maduro, que incluyen asesinatos, desapariciones y torturas, han sido sistemáticamente borradas de la cuenta oficial de la OEA.
Falta de Respuesta a Crímenes y Censura de Medios
Ramdin no mencionó ni siquiera la dictadura de Cuba y Nicaragua en su discurso. En el Día Internacional a la Libertad de Prensa, la OEA no solicitó la liberación de periodistas arrestados, exiliados o censurados en estos países. Tampoco hubo una condena directa por la confiscación de medios de comunicación y la ciber censura implementada por las dictaduras. La OEA parece tratar a estos países como si fueran un paraíso terrenal, ignorando la realidad de la represión y la falta de libertades.
Falta de Compromiso con los Principios de la Carta Democrática
La Carta Democrática de la OEA establece que los pueblos de América tienen derecho a la democracia y sus gobiernos la obligación de promoverla y defenderla. Sin embargo, esta directriz se está matizando con una “Nueva Era” que parece ser más amigable con las dictaduras. La OEA está priorizando una diplomacia cautelosa, evitando temas que puedan generar conflictos y manteniendo un silencio preocupante ante las violaciones de derechos humanos.
El Papel de la OEA: Piedra en el Zapato de los Tiranos
Se argumenta que la OEA debe actuar como una “piedra en el zapato” de los tiranos, denunciando las violaciones de derechos humanos y promoviendo la democracia. Si la OEA renuncia a este rol, estaría condenada a la irrelevancia total o a su desaparición. En las Américas, los tiranos siguen matando la democracia y a quienes la defienden, por lo que no existen medias tintas en este asunto.
Preguntas y Respuestas Clave
- ¿Por qué la OEA ha mostrado una menor condena ante las violaciones de derechos humanos en Cuba, Nicaragua y Venezuela? La nueva dirección de la OEA parece priorizar una diplomacia cautelosa, evitando temas que puedan generar conflictos y manteniendo un silencio preocupante.
- ¿Qué ha hecho la OEA en relación con las elecciones judiciales en México, donde hubo baja participación? La OEA no pidió la libertad de periodistas arrestados ni condenó el evento como inválido e ilegítimo.
- ¿Por qué se ha omitido la mención de dictaduras como Cuba y Nicaragua en los discursos y declaraciones de la OEA? Se argumenta que la nueva dirección prioriza una diplomacia cautelosa y evita temas que puedan generar conflictos.
- ¿Cuál es el papel histórico de la OEA en relación con la promoción de la democracia y los derechos humanos? La Carta Democrática de la OEA establece un compromiso con estos principios, pero esta directriz se está matizando.
El autor es periodista exiliado, exembajador ante la OEA y exmiembro del Cuerpo de Paz de Noruega (FK). Es exalumno del Seminario de Seguridad y Defensa del National Defense University y el curso de Liderazgo de Harvard.
