Este artículo explora la crisis silenciosa que enfrenta el sistema de salud mexicano, donde quienes brindan atención y cuidado son los más afectados por el estrés, la deshumanización y el sufrimiento. Se argumenta que este problema no es simplemente una falla técnica, sino una profunda carencia de empatía y un sistema que no valora ni protege a quienes sostienen la salud pública.
La Paradoja Mexicana: Cuando Cuidar Enferma
México ocupa el primer lugar en estrés laboral dentro de los países de la OCDE. El 75% del personal de salud presenta síntomas de burnout, una cifra que se agrava considerando que nuestro país cuenta con apenas 2.4 médicos y 2.8 enfermeras por cada mil habitantes, muy por debajo del promedio de la OCDE (3.5 y 9, respectivamente). Paradójicamente, quienes se dedican a cuidar, son los que más enferman: trastornos de ansiedad, fatiga crónica, despersonalización emocional, crisis vocacionales y hasta suicidios consumados en el sector médico.
Pero no es solo la falta de recursos lo que está fallando. Lo que se rompe no es el turno, sino el sentido. La presión por cumplir objetivos y salvar vidas puede llevar a una deshumanización del cuidado, donde los profesionales se ven obligados a negar sus propios sentimientos y necesidades.
Mariana, Alondra y el Corazón que no Resistió
Historias como la de Mariana, una cirujana cardiovascular que escribió “El primer corazón que perdí fue el mío” después de operar sin parar, o la de Alondra, una niña mixe que murió a los cinco años por falta de atención médica oportuna, son síntomas de una descomposición más profunda: la deshumanización institucional de quienes cuidan y de quienes son cuidados. Estas historias no son casos aislados, sino reflejo de una realidad donde el sistema no solo no protege a los cuidadores, sino que los enferma.
Si No Cuidamos a quienes Cuidan, el Sistema no es Sostenible
Carl Rogers, con su teoría del desarrollo personal, nos enseñó que la autenticidad es la base de toda relación significativa. ¿Puede una médica ser auténtica si todo su entorno le exige negarse? ¿Puede un enfermero contener emocionalmente si no es contenido por nadie? El liderazgo humanista propone una lógica diferente: cuidar el primer corazón, el propio.
Tres Niveles de Acción para un Liderazgo con Corazón
Para abordar este problema, se propone un liderazgo que actúe en tres niveles:
* **Nivel Personal (Micro):** Promover pausas de sentido, espacios de palabra en equipos clínicos y mentoría emocional entre pares.
* **Nivel Organizacional (Meso):** Rediseñar turnos para proteger la salud mental, implementar indicadores de clima emocional y promover un liderazgo horizontal que escuche, no que imponga.
* **Nivel Sistémico (Macro):** Implementar políticas públicas para la protección de las cuidadoras primarias, asegurar recursos éticos y afectivos en la formación médica y promover la participación real del personal en las decisiones sanitarias.
Llamado al Empresariado: Cuidar no es Asistencialismo, es Justicia
El liderazgo humanista empresarial debe cuidar al sistema cuidando a las personas que lo sostienen. No basta con apoyar campañas de salud; se debe revisar las prácticas laborales internas, implementar políticas de bienestar para las mujeres que son médicas, enfermeras, auxiliares y otras profesionales invisibles del sistema. Cuidar a quienes cuidan es una inversión en dignidad, sostenibilidad y bienestar social.
Epílogo: El Corazón que Late en Silencio
El futuro de la salud no será digno si no es profundamente humano. Y el primer corazón que debemos cuidar… es el nuestro. Este artículo busca generar un diálogo y una reflexión sobre la necesidad de transformar nuestra forma de entender el cuidado, no como una obligación asistencialista, sino como un acto de justicia y reconocimiento.
*El autor es Doctorante en Desarrollo Humano, Universidad Motolinía del Pedregal, México; Master en Desarrollo Humano, Universidad Iberoamericana, México; Master ejecutivo en Liderazgo Positivo Estratégico, Instituto de Empresa, España. Licenciado en Comunicación Gráfica y Columnista en El Economista.*
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Preguntas y Respuestas Clave
- ¿Cuál es el principal problema que enfrenta el sistema de salud mexicano? La falta de cuidado y protección hacia quienes brindan atención médica, lo que lleva a un alto nivel de estrés, burnout y problemas de salud mental en el personal de salud.
- ¿Qué se entiende por “lo que se rompe no es el turno”? Se refiere a la deshumanización del cuidado, donde los profesionales se ven obligados a negar sus propios sentimientos y necesidades en favor de cumplir con las exigencias del sistema.
- ¿Qué propone el liderazgo humanista? Cuidar el primer corazón, el propio, promoviendo una cultura de cuidado mutuo y reconocimiento.
- ¿Qué se espera del empresariado? Que vaya más allá de las campañas de salud y revise sus prácticas laborales internas, implementando políticas de bienestar para todas las personas que forman parte del sistema de salud.
- ¿Por qué es importante la teoría de las capacidades? Porque reconoce que el desarrollo no solo se mide por el crecimiento económico, sino también por la expansión de las libertades reales de las personas.
