El Conflicto con España y la Etnodiplomacia
La relación entre México y España, a pesar de losos vuelos semanales que conectan ambos países, se ve marcada por una persistente tensión y un patrón de confrontación. Esta situación ha llevado a algunos a denominar esta dinámica como “etnodiplomacia”, un término que describe una forma particular de diplomacia que parece priorizar la perpetuación de dogmas y resentimientos en lugar de construir relaciones sólidas y basadas en el entendimiento.
El actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ha sido un protagonista clave en esta dinámica. Su postura crítica hacia España, que se manifiesta con frecuencia y a menudo de manera directa, ha influido en la percepción pública y ha contribuido a mantener una atmósfera de tensión. Esta actitud, combinada con la postura de la actual presidenta Claudia Sheinbaum, ha creado un ambiente donde las relaciones bilaterales se ven obstaculizadas por dogmas y una falta de voluntad para superar el pasado.
La etnodiplomacia, en este contexto, no se refiere a una diplomacia tradicional. Si bien la diplomacia de Estado busca construir puentes y superar las ideologías, la etnodiplomacia parece enfocarse en mantener vivas las heridas y los resentimientos históricos. Es una forma de diplomacia que, paradójicamente, puede ser contraproducente para el desarrollo de relaciones sólidas y beneficiosas a largo plazo.
Incidentes Recientes y la Presión sobre Funcionarios
Un ejemplo reciente que ilustra esta dinámica fue la celebración del Día de la Hispanidad. El embajador español, Juan Duarte Cuadrado, ofreció un discurso sobre la relación bilateral. Sin embargo, la entonces Directora para Europa de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Jennifer Feller, fue instruida por el presidente AMLO y sostenida por la presidenta Sheinbaum para no mencionar a Duarte, lo que generó una “pausa diplomática”. Este incidente se convirtió en una metáfora de la etnodiplomacia mexicana, describiendo a México como un equipo de fútbol en tercera división: aislado y sin posibilidades de avanzar.
Implicaciones más Amplias y Desafíos para la Política Exterior
Las externalidades negativas de esta “alegre” etnodiplomacia van más allá de la relación con España. Por ejemplo, la experiencia de Alicia Barcena, quien intentaba convertirse en Secretaria General de la ONU, se vio obstaculizada por el veto de varios países. Su perfil democrático fue cuestionado, lo que sugiere que las posturas ideológicas y los dogmas pueden influir en la política internacional.
Preguntas Clave sobre la Política Exterior Mexicana
- ¿Es normal que un secretario de Relaciones Exteriores no viaje al exterior? Esta pregunta plantea dudas sobre la prioridad asignada a las relaciones exteriores y la disponibilidad de recursos para el desempeño del cargo.
- ¿Es normal que en la embajada de México en Londres existan goteras y no haya presupuesto para taparlas? Esta situación sugiere problemas de gestión, falta de transparencia y posibles irregularidades en la administración de los recursos diplomáticos.
- ¿Es normal que varios embajadores lleven más de seis años de misión porque no hay dinero para su menaje? Esta situación pone en evidencia la falta de inversión en el personal diplomático y la dificultad para mantener una presencia efectiva en el exterior.
Reflexiones sobre la Política Exterior y los Dogmas
La persistencia de dogmas y la dificultad para superar el pasado son elementos centrales en la política exterior mexicana. La insistencia en ciertas posturas ideológicas, a menudo basadas en el resentimiento histórico, puede obstaculizar la construcción de relaciones sólidas y beneficiosas con otros países. La falta de una visión a largo plazo y la priorización de intereses particulares sobre el interés nacional pueden llevar a una política exterior ineficaz y contraproducente.
