El Contexto de la Crisis Actual
México se encuentra nuevamente en medio de una ola de bloqueos y protestas, con organizaciones políticas y sociales utilizando tácticas disruptivas para ejercer presión. Estos bloqueos a vialidades clave, carreteras federales, casetas de peaje y calles urbanas, junto con el vandalismo a edificios públicos y privados, son una práctica cada vez más frecuente en el país. Este fenómeno no solo genera caos y pérdidas económicas significativas, sino que también impacta directamente la vida cotidiana de los ciudadanos, limitando su movilidad, acceso al trabajo y servicios esenciales.
Las Demandas de la CNTE
Una de las organizaciones más activas en esta situación es la Confederación Nacional de Trabajadores del Transporte (CNTE). En este año, la CNTE ha sido protagonista en los bloqueos y protestas, exigiendo al gobierno federal medidas específicas. Entre sus principales demandas se encuentra la abrogación de la Ley del ISSSTE, la eliminación de la Unidad Manta (UMA) para el cálculo de pensiones y un aumento salarial del 100 por ciento. Estas demandas reflejan una profunda preocupación por las condiciones laborales y de pensiones de los trabajadores del transporte, quienes se sienten desatendidos por las políticas actuales.
La Respuesta del Gobierno
El gobierno federal ha respondido a estas acciones con una política de “paciencia, diálogo y permisividad”. Se argumenta que se respeta el derecho a la manifestación y la libre expresión. Sin embargo, esta postura ha sido criticada por no abordar las causas subyacentes de la protesta y por permitir que las tácticas disruptivas se mantengan con relativa impunidad. El impacto de estos bloqueos es palpable: las ciudades sufren congestiones, los negocios pierden clientes, los servicios de salud se ven afectados y miles de personas enfrentan dificultades para llegar a sus trabajos o acceder a los servicios básicos.
El Legado de la Represión Pasada
Existe una historia compleja detrás de las protestas en México. El recuerdo de represión gubernamental en años anteriores, particularmente el bloqueo del Paseo de la Reforma en 2006 durante el gobierno de Vicente Fox, influye en la forma en que se perciben y se responden las protestas actuales. El temor a ser visto como represivo, o a traicionar la memoria de eventos pasados, lleva al gobierno a dudar en utilizar la fuerza para dispersar las manifestaciones, incluso cuando estas causan graves problemas de movilidad y seguridad.
Participación de Funcionarios Actuales
Es importante destacar que muchos funcionarios del gobierno federal y de varios gobiernos estatales –incluida la actual presidenta Claudia Sheinbaum– han participado activamente en protestas callejeras y bloqueos en el pasado. Esta participación pasada, junto con la reticencia a utilizar la fuerza de manera contundente, crea un ciclo en el que las tácticas disruptivas son toleradas y, a veces, incluso facilitadas. Existe una percepción de que el gobierno prefiere evitar confrontaciones directas para no ser visto como autoritario o para no “traicionar la memoria” de eventos pasados.
El Dilema: Movimiento o Gobierno
El gobierno de Morena se encuentra en una encrucijada. Los funcionarios que antes participaron activamente en movimientos sociales ahora ocupan cargos públicos y deben decidir si quieren seguir siendo parte de un movimiento o convertirse en gobierno. Gobernar implica asumir responsabilidades, establecer reglas claras y hacerlas cumplir, incluso frente a aliados. El orden público no es sinónimo de autoritarismo; es la garantía de derechos para todos los ciudadanos. Permitir el caos y la desorganización no equivale a gobernar; implica renunciar a esa función.
Preguntas y Respuestas Clave
- ¿Por qué se utilizan los bloqueos y las protestas disruptivas en México? Porque son una herramienta efectiva para presionar al gobierno y forzar negociaciones, especialmente cuando existe la percepción de que no hay una respuesta firme por parte del Estado.
- ¿Por qué el gobierno federal ha sido permisivo con estas acciones? Debido al temor a ser visto como represivo y a “traicionar la memoria” de eventos pasados, como el bloqueo del Paseo de la Reforma en 2006.
- ¿Qué significa “gobernar” en este contexto? Significa asumir responsabilidades, establecer reglas claras y hacerlas cumplir, incluso frente a aliados, garantizando el orden público como garantía de derechos para todos los ciudadanos.
- ¿Cuál es la diferencia entre “orden público” y “autoritarismo”? El orden público se refiere a la garantía de derechos para todos los ciudadanos, mientras que el autoritarismo implica un control excesivo y la supresión de las libertades individuales.
