El Nuevo Papa y el Desafío de los Abusos
Los abusos sexuales a monjas por parte de sacerdotes son cada vez menos un tabú dentro de la Iglesia católica, y por ello hay más denuncias. El nuevo papa Francisco tendrá que abordar este complejo problema, que se ha convertido en un tema de debate y preocupación a nivel mundial. La Iglesia, a pesar de siglos de tradición, está enfrentando una creciente presión para abordar este problema con mayor transparencia y eficacia.
El Camino hacia el Cambio: Medidas Tomadas Hasta la Fecha
Tras las iniciativas del Papa Francisco, que abrió “una primera puerta” para que las religiosas hablaran, se han tomado medidas como el levantamiento del secreto pontificio en algunos casos, la obligación para religiosos y laicos de reportar cualquier caso a su jerarquía y la creación de plataformas de escucha. Sin embargo, las víctimas sienten que el Vaticano se quedó corto, especialmente por negarse a eliminar el secreto confesional.
- El levantamiento del secreto pontificio en algunos casos, permitiendo que las denuncias sean investigadas sin la protección del secreto confessional.
- La creación de plataformas de escucha para facilitar que las víctimas denuncien y busquen apoyo.
- La obligación para religiosos y laicos de reportar cualquier sospecha o denuncia.
El Caso Rupnik: Un Ejemplo de Presión y Reabriendo Casos
Lejos del revuelo mediático que rodea a los cardenales, cada día pasan por San Pedro monjas con hábitos negros, grises, blancos, beige o marrones, que están en Roma para estudiar, trabajar o acompañar a los peregrinos. Este flujo constante de religiosas refleja la realidad de un problema persistente y la necesidad de una atención continua.
El caso de Marko Rupnik, un influyente sacerdote esloveno y conocido por sus mosaicos, ejemplifica la presión que se ejerce sobre las víctimas. Inicialmente, el Vaticano cerró el caso de violencia sexual y psicológica que se le imputaba a Rupnik a varias monjas en la década de 1990. Sin embargo, bajo la presión del Papa Francisco, el caso fue reabierto en 2023, lo que permitió llevar a cabo un proceso judicial contra él. La abogada italiana de las cinco acusadoras, Laura Sgro, enfatizó la necesidad de que las monjas estén mejor protegidas, tanto por los estados como por el derecho canónico, y solicitó una extensión del plazo para presentar denuncias.
La Desigualdad de Género en la Iglesia
Las monjas superan ampliamente en número a los hombres en la institución. Según el Vaticano, hay 559,228 religiosas frente a 128,559 sacerdotes en el mundo. Esta disparidad numérica refleja una realidad de poder y privilegios dentro de la Iglesia, que se considera a menudo “piramidal” y “machista”. Marta Gadaleta, secretaria general de las Agustinas Siervas de Jesús y María, señala que al luchar contra el clericalismo –la idea del clero como una élite– también se está luchando contra todos los abusos.
El Llamado al Cambio y la Cultura de Cuidado
En enero, el propio Francisco hizo un llamado para que la Iglesia “supere” la “mentalidad machista”, insistiendo en que las monjas no deben ser tratadas “como sirvientas”. La Unión Internacional de Superioras Generales (UISG), que representa a unas 600,000 monjas en todo el mundo, ha dado un paso al frente y desde 2016 las invita a denunciar la violencia, organizando sesiones de capacitación para “concienciar”. Se estableció también una comisión en 2020 junto con la Unión de Superiores Generales (USG), que representa las órdenes masculinas, para promover “una cultura de cuidado y protección dentro de las congregaciones”.
La Persistencia del Tabú: No Esperar Solo al Vaticano
La hermana Margron insiste en que “no debemos esperar todo del Vaticano” para no caer en la trampa milenaria de “esperar que los hombres hablen”. Esta perspectiva subraya la importancia de un cambio cultural más profundo, donde las monjas sean empoderadas para denunciar y protegerse a sí mismas.
Preguntas y Respuestas Clave
- ¿Cuál es el principal problema que enfrentará el nuevo Papa? Abordar los abusos sexuales a monjas, un problema que se ha vuelto menos tabú y con más denuncias.
- ¿Qué medidas ya se han tomado? Se ha levantado el secreto pontificio en algunos casos, se obligó a religiosos y laicos a reportar denuncias y se crearon plataformas de escucha.
- ¿Por qué el caso Rupnik fue reabierto? Bajo la presión del Papa Francisco, se reabrió el caso de violencia sexual y psicológica que se le imputaba a Marko Rupnik.
- ¿Cuál es la situación de género en la Iglesia? Hay 559,228 religiosas frente a 128,559 sacerdotes.
- ¿Qué se está haciendo para cambiar la cultura dentro de la Iglesia? Se están organizando sesiones de capacitación y se ha creado una comisión para promover una cultura de cuidado y protección.