En su origen, la economía se basaba en principios morales y éticos. Hoy, existe una creciente preocupación por el alejamiento de la economía moderna de estos fundamentos. Este artículo explora la necesidad de un retorno a los principios de la economía moral, especialmente en el contexto actual de desafíos económicos y sociales.
Orígenes de la Economía: Un Vínculo con la Filosofía y la Ética
La economía, como ciencia social, tiene sus raíces en la antigua Grecia, alrededor del año 362 a. C., y surgió de una corriente conductista que buscaba entender cómo administrar los recursos limitados para satisfacer las necesidades humanas. Sin embargo, no fue hasta Adam Smith, considerado el padre de la economía moderna, que se comenzó a relacionar la economía con disciplinas como la filosofía, la historia, la psicología y, crucialmente, la ética.
Desde Smith hasta figuras como Marx, Keynes, Sen y Tirole, la economía se vinculó cada vez más con conceptos de ética y moralidad, incluyendo incluso las emociones. Originalmente, la economía se basaba en una comprensión de cómo los recursos escasos podían ser administrados de manera justa y equitativa, considerando el bienestar general.
El Desacojo de la Economía Moderna: Acaparamiento y Ganancia Excesiva
En los últimos tiempos, la economía moderna se ha alejado significativamente de estos fundamentos originales. Hemos pasado de una visión centrada en la administración responsable de los recursos a un sistema que prioriza el acaparamiento, la sobreexplotación y la búsqueda de ganancias ilimitadas. Esta tendencia se manifiesta en la especulación desmedida y la manipulación de mercados.
La búsqueda constante de “ganancia sobre ganancia” ha llevado a un sistema donde el bienestar general se ve relegado en favor del beneficio individual o corporativo. Esta dinámica ha exacerbado las desigualdades sociales y económicas, creando una brecha cada vez mayor entre ricos y pobres.
Desafíos Globales y la Necesidad de una Nueva Perspectiva
En el mundo actual, enfrentamos desafíos económicos y sociales sin precedentes: inflación elevada, los efectos persistentes de la pandemia de COVID-19 y la necesidad urgente de reducir las desigualdades. En este contexto, se hace imperativo repensar los modelos económicos de desarrollo y volver a los principios fundamentales de la filosofía moral.
La formación de bloques económicos dominados por potencias como Estados Unidos y China, en un ambiente de crecimiento lento y tensiones geopolíticas, exige una nueva perspectiva. Es fundamental que las teorías de desarrollo estén orientadas hacia un objetivo social más amplio, considerando el bienestar humano y la justicia.
La Dignidad Humana en el Corazón de la Economía
El objetivo no es simplemente aumentar el Producto Interno Bruto (PIB), sino asegurar que la economía sirva a las personas y no al revés. Esto implica priorizar la dignidad humana, la equidad social y el bienestar general. La economía debe estar orientada a resolver problemas reales, como la pobreza, la desigualdad y el acceso a recursos básicos.
Preguntas y Respuestas Clave
- ¿Por qué es importante volver a la economía moral?
- Es crucial para abordar los desafíos actuales, como la inflación y las desigualdades, y para asegurar que la economía sirva al bienestar de todos.
- ¿Qué significa “economía moral”?
- Se refiere a un sistema económico que prioriza la ética, la justicia social y el bienestar general sobre la mera acumulación de riqueza.
- ¿Cómo se relaciona esto con el mundo actual?
- La formación de bloques económicos y la creciente desigualdad hacen que sea más necesario que nunca repensar los modelos económicos tradicionales.
- ¿Qué se puede hacer para promover una economía más ética?
- Se requiere un cambio en la orientación de las políticas económicas, priorizando el bienestar social y la equidad.