a sign with the word tarifs written on it and an american flag on it, with the word tarifs written o

Web Editor

El Mercantilismo de Trump: Un Reflejo de los Peores Defectos

Un Análisis Crítico de las Políticas Comerciales del Presidente Trump

Este artículo explora la controvertida política comercial del presidente Donald Trump, argumentando que su enfoque mercantilista representa una regresión a las peores prácticas del pensamiento económico. La discusión se centra en el contraste entre la visión de Smith y las políticas implementadas por Trump, destacando cómo estas últimas reflejan una comprensión limitada del comercio internacional y sus efectos a largo plazo.

El Legado de Adam Smith: Dos Perspectivas en Conflicto

La economía moderna se inspira en las ideas de Adam Smith, quien abogaba por el libre comercio y la importancia del consumo como fin último de la actividad económica. Smith argumentaba que “solo debe atenderse el interés del productor en la medida en que sea necesario para promover el del consumidor”. Sin embargo, las políticas comerciales de Trump se alejan significativamente de esta visión, adoptando un enfoque que prioriza la producción y el empleo, similar a las estrategias mercantilistas de otros economistas como Alexander Hamilton y Friedrich List.

Hamilton, en Estados Unidos, y List, en Alemania, rechazaron las ideas de Smith y abogaron por la protección de las importaciones para impulsar las industrias incipientes. De manera similar, los gobiernos de Asia Oriental adoptaron una combinación de enfoques mercantilistas y smithianos, impulsando las exportaciones y la empresa privada, aunque a menudo tras muros proteccionistas. Estas estrategias permitieron a estos países experimentar un crecimiento económico significativo, aunque no siempre se asociaron explícitamente con el mercantilismo.

El Enfoque de Smith vs. la Prioridad de la Producción

La diferencia fundamental entre las perspectivas de Smith y las políticas de Trump radica en cómo se abordan el consumo y la producción. Los economistas contemporáneos, influenciados por Smith, tienden a subestimar la importancia del empleo para determinar el bienestar. La “función de utilidad” estándar que utilizan los economistas para caracterizar el comportamiento del consumidor considera el empleo como un mal necesario: crea poder adquisitivo, pero por lo demás tiene un valor negativo en la medida en que reduce el tiempo libre. Sin embargo, los economistas a menudo no consideran los costos personales y sociales de la pérdida de empleos.

En contraste, las políticas mercantilistas priorizan la producción y el empleo. Se asume que un superávit comercial es preferible a un déficit comercial, independientemente de las implicaciones para el consumo y la calidad de vida. Esta priorización puede llevar a políticas proteccionistas que limitan el acceso al mercado y obstaculizan la competencia, lo que a su vez puede perjudicar a los consumidores y limitar el crecimiento económico a largo plazo.

El Papel del Gobierno: Colaboración vs. Captura

Otra diferencia clave gira en torno a la relación del gobierno con las empresas. Smith creía que uno de los defectos del mercantilismo era que promovía relaciones estrechas entre los responsables políticos y el sector privado, lo cual era una receta para la corrupción. La economía contemporánea ha tomado muy en serio esta advertencia, promoviendo una separación entre el gobierno y las empresas para evitar la “captura” por parte de intereses especiales.

Sin embargo, los modelos de economía política y búsqueda de rentas enfatizan la importancia de mantener a las empresas a distancia de los responsables políticos. Pero en muchos entornos, como la innovación de frontera, el desarrollo regional o las políticas ambientales, las relaciones estrechas e iterativas entre gobiernos y empresas han tenido mucho éxito. Si bien mantener a las empresas y los gobiernos separados puede minimizar el riesgo de captura, también dificulta enormemente el aprendizaje sobre las limitaciones y las oportunidades, y sobre qué funciona y qué no. Cuando existe una incertidumbre significativa (ya sea tecnológica o de otro tipo), colaborar estrechamente con las empresas puede ser preferible a mantener una separación estricta.

El Mercantilismo de Trump: Un Reflejo de Peores Prácticas

Las políticas comerciales caóticas e indiscriminadas del presidente Trump se alejan significativamente de esta visión. Estas políticas no contribuyen a expandir inversiones estratégicas cruciales en Estados Unidos, y están plagadas de favoritismo, eximiendo a empresas con conexiones políticas y permitiéndoles manipular el sistema. El enfoque mercantilista de Trump encarna los peores defectos de la estrategia, priorizando el interés nacional sobre el bienestar general y limitando las oportunidades para el crecimiento económico sostenible.

Preguntas y Respuestas Clave

  • ¿Por qué las políticas comerciales de Trump se consideran un retroceso? Las políticas de Trump priorizan la producción y el empleo sobre el consumo, lo que se aleja de las ideas de Adam Smith y puede llevar a políticas proteccionistas.
  • ¿Cuál es la diferencia entre el enfoque de Smith y las políticas mercantilistas? Smith abogaba por el libre comercio y el consumo, mientras que las políticas mercantilistas priorizan la producción y el empleo.
  • ¿Por qué es importante mantener una separación entre el gobierno y las empresas? Para evitar la “captura” por parte de intereses especiales y garantizar una toma de decisiones basada en el interés público.
  • ¿Por qué se considera que las políticas de Trump son caóticas? Debido a su falta de estrategia, favoritismo hacia empresas con conexiones políticas y manipulación del sistema.
  • ¿Quién es Dani Rodrik? Es un profesor de Economía Política Internacional en la Escuela de Economía Kennedy de Harvard, autor del libro “Prosperidad Compartida en un Mundo Fracturado” y una figura destacada en el debate sobre las políticas comerciales.