a typewriter with a face drawn on it and a caption for the words opinion and a question, Edward Otho

Web Editor

La Violencia en las Calles: Unas Manifestaciones como Señales de Crisis

El Legado de *Do the Right Thing* y la Relevancia de las Protestas

Hace unos años —estaba yo en la prepa, un siglo atrás— un profe de vanguardia nos puso *Do the right thing*, la controversial cinta con la que Spike Lee se subió al hades del cine de autor. La película termina con la destrucción de una pizzería, un local que había sido parte del vecindario por décadas, el último negocio propiedad de blancos en un barrio neoyorquino que se había tornado mayoritariamente negro. ¿La razón? La policía acababa de matar a un muchacho negro que no le hacía daño a nadie. La propiedad privada es destruida en un mini-riot afroamericano en la canícula, el día más caliente del año en Nueva York. Digo “mini- riot” porque Spike Lee le importa señalar que la muerte de afroamericano a manos de la policía raro, nada que escribir a casa.

Después de verla, el profesor nos preguntó de qué lado estábamos, qué era el hacer lo correcto del título. Todos coincidimos que era terrible que destruyeran la pizzería: hay modos de protestar, la policía hizo su trabajo, el localito creaba empleos en una vecindario pobre y marginado. Y el profesor nos pidió que lo pensáramos: ¿importa más la propiedad privada que la vida de una persona? Porque lo cierto es que no había ninguna institución a la vista para pedir justicia: las instituciones estaban presentes como el policía asesino. El reino sin ley.

La Relevancia de las Manifestaciones Actuales

Veo los disturbios en Los Ángeles y vuelvo a pensar en *Do the right thing* y lo que estas salidas a las calles con diversos niveles de virulencia nos dicen del mundo hoy en día. Como estas marchas, riots y manifestaciones son la última esquina que le queda al mundo libre frente a la inminente derechización en la política internacional.

Al igual que los personajes de *Do the right thing*, la gente de LA está desesperada. Las redadas no son violencia cualquiera: son violencia de Estado. ICE y en general el gobierno de la administración Trump son enemigos formidables. Los migrantes (y cualquiera que se vea morenito) son víctimas casi indefensas… hasta que los angelinos de cualquier color dijeron: we are not gonna take it. LA salió a las calles a proteger a sus vecinos, a defender la vida de una comunidad que no puede entenderse sin los inmigrantes. Salieron a las calles con la bandera mexicana.

La Complejidad de los Movimientos Sociales

Oigan, no soy pro destrucción de la propiedad privada, unos de los pilares del capitalismo, y su significancia para la libertad económica del juan sin tierra. Pero no hay capitalismo e instituciones libres cuando el gobierno está encabezado por un loco sociopático. Cuando el poder no va a protegerte frente al arbitrario porque este es el propio Estado, por parafrasear a Thomas Hobbes e Isaiah Berlin, el Estado liberal muere y se regresa al estado primigenio de violencia de todos contra todos. Ahí no hay libertad posible.

Manifestaciones como el “No kings day” son conmovedoras, en las que la gente de Estados Unidos (y otras grandes ciudades del mundo) salió a decirle a Donald el naranja que hay todavía quien va a resistirse a sus desvaríos y los de sus similares del mundo. Es como si estuviéramos en la Europa de los años treinta pero con internet.

Diversidad y Perspectivas en las Protestas

El movimiento no se trata de eventos aislados progres de gente que no supo ganar la elección de 2024. Hay gente variopinta en las calles, aliados que suelen buscar cierto protagonismo: mírenme, soy blanco y también estoy en contra de Trump.

Más interesante es la presencia de los propios inmigrantes —sobre todos los latinoamericanos, porque no veo a nadie expulsando australianos, alemanes o blancos en general cuyo estatus documental podría parecer interesante a ICE— que salen a las calles a escondidas para alzar la voz. Es una disyuntiva: salir a las calles y arriesgarse a la redada en pleno mitin o no salir y dejar de mostrar músculo. Creo que la opción más clara de los propios migrantes sin papeles es, lógicamente, quedarse escondidos. Salir a manifestarse es un privilegio.

La Violencia y la Realidad de las Ciudades Diversas

Hablando en particular de Los Ángeles, la ciudad siempre ha sido un fiel del estado de la población racializada —tan cargada de migrantes como Nueva York, pero más liberal al respecto—. La violencia angelina no empieza y acaba con estas manifestaciones a favor de los migrantes y las personas de color. Como toda gran ciudad diversa y sudorosa, LA no podría entenderse sin su gente saliendo a las calles en masa para defenderse. Hasta en las novelas de James Ellroy, un admirador de la policía, los angelinos son levantiscos e inconformes. Toda LA tiene el potencial revolucionario de las ciudades que en sus centros de guerra retiemblan. Esa violencia no siempre está del lado incorrecto de la ley. A veces hay quien ve en la guerra un costo de oportunidad.

All Involved: Una Narrativa Fragmentada de la Violencia

Voy a una novela: *All involved*, de Ryan Gattis. El escenario: los disturbios en LA tras la muerte de Rodney King, abril de 1992. Los Ángeles, un polvorín durante una semana. Las cifras oficiales recogen 53 muertos en los disturbios. Pero hay de muertos a muertos.

La novela comienza con la muerte de un inocente cocinero con lazos con las pandillas de South Central, barrio angelino en el que la violencia de las gangs es tangible. No hay manera de salir de una pandilla. Aunque construyas una vida honesta, una vez dentro tendrás enemigos en todas partes, te volverás carne de cañón y pieza de cambio entre facciones. Nadie sobrevive al pandillerismo en South Central.

Gattis construye la trama siguiendo a un grupo de pandilleros que se aprovechan de los disturbios para cobrar venganza. La idea es esconder algunos ejecutados por las pandillas entre los caídos por el affair King. Hasta en la violencia angelina hay variedad.

*All involved* tiene la cualidad de contar la historia desde puntos de vista variados, muy a la Rashomon. Su principal característica es que narra una situación ignorada por el mainstream sociopolítico desde diferentes ángulos de la vida en las calles. No es queja, por los pandilleros que sigue siendo así.

(El mundo pandillero no reconoce edades ni géneros; una de las protagonistas de la novela es Payasa, una máquina de matar. Me recuerda mucho a Snoop, la sicaria adolescente de *The wire*),

A los pandilleros de *All involved* les importa bien poco Rodney King, lo suyo es la supervivencia. Si encuentran la manera de torear a la ley, qué mejor. Si pueden sobrevivir un día más en el horror de South Central, ya la hicieron. Su vida cotidiana no deja de ser interesante, muy movida. La narración de Gattis es apasionante sin necesitar el melodrama. Es divertida, siempre que la diversión incluya asesinatos y actos varios de violencia imperdonable. Pinta la ciudad angelina en un estado de constante conflicto. Las manifestaciones violentas, como el vino californiano, tienen su denominación de origen.

Preguntas y Respuestas Clave

  • ¿Por qué se producen estas manifestaciones? Son una respuesta a la violencia institucional, la falta de oportunidades y la discriminación.
  • ¿Qué significa la violencia en estos movimientos? Puede ser una forma de resistencia, un grito de auxilio o una expresión de frustración.
  • ¿Por qué algunos migrantes no se manifiestan abiertamente? Debido al riesgo de ser detenidos y deportados.
  • ¿Qué papel juegan las novelas como *All involved*? Ofrecen una perspectiva diversa y compleja de la violencia, mostrando que no hay una única narrativa.