El Enigma Trump en el G7 de 2018
La cumbre del Grupo de Siete (G7) en 2018, celebrada en Quebec, Canadá, estuvo marcada por la presencia de Donald Trump, quien se convirtió en un elemento disruptivo para el resto de los líderes. A pesar de haber estado en la Casa Blanca durante más de un año y medio, su estilo poco convencional y sus acciones controvertidas generaron una atmósfera tensa y dificultaron la búsqueda de acuerdos. Trump llegó tarde a la reunión, se retiró antes de tiempo y mostró una actitud desafiante hacia el anfitrión, Justin Trudeau. Incluso amenazó con desencadenar una guerra comercial y desestimó el documento final de la cumbre una vez que ya había sido redactado y distribuido.
Un Presidente en Transformación
En comparación con su postura en 2018, el Donald Trump de 2025, durante su segundo mandato, presenta una imagen diferente. Si bien en 2018 se caracterizaba por un estilo poco institucional y una actitud desafiante, ahora muestra una evolución en su liderazgo. Sin embargo, las tendencias autoritarias y la retórica confrontacional que lo definieron en el pasado persisten.
El Impacto de Trump en el G7
La cumbre del G7 en Kananaskis, Alberta, Canadá, fue particularmente difícil debido a la presencia de Trump. La falta de puntos en común con el presidente estadounidense impidió la elaboración de una declaración conjunta final. Esta situación obligó a los demás líderes del G7, incluyendo a la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum, a adoptar una estrategia de “tragarse sapos” para mantener relaciones con un líder que desafía las normas y los valores democráticos tradicionales.
El G7: Un Mecanismo de Negociación en un Mundo Cambiante
El G7 es una reunión anual de los líderes de las siete economías democráticas más grandes del mundo: Estados Unidos, Canadá, Alemania, Japón, Reino Unido, Francia e Italia, junto con la representación de la Unión Europea. Originalmente concebido como una reunión de ministros de finanzas en plena crisis petrolera árabe de 1973, el G7 ha evolucionado hasta convertirse en un foro para abordar desafíos económicos y políticos globales. Sin embargo, la creciente influencia de actores como China y Rusia, considerados contrapesos económicos y militares al G7, plantea un desafío a la cohesión del grupo.
Desafíos en el Liderazgo de Trump
En su visita al G7, Trump demostró una influencia limitada en la relación con Rusia (con el presidente Vladimir Putin) y con Israel (con el primer ministro Benjamín Netanyahu). Internamente, Trump experimentó este fin de semana una demostración del poderío organizativo y la masividad de sus opositores, revelando una posible debilidad en su base de apoyo.
Preguntas y Respuestas Clave
- ¿Cuál fue la principal dificultad que enfrentó Trump en la cumbre del G7 de 2018? Su estilo poco institucional, su actitud desafiante y la falta de puntos en común con los demás líderes dificultaron la búsqueda de acuerdos y la elaboración de una declaración conjunta.
- ¿Cómo se describe el liderazgo de Trump en comparación con su postura actual? Aunque ha mostrado una evolución, mantiene tendencias autoritarias y una retórica confrontacional.
- ¿Por qué se necesitó la estrategia de “tragarse sapos” en el G7? Debido a la dificultad para encontrar puntos en común con Trump y su estilo de liderazgo desafiante.
- ¿Qué desafíos enfrenta el G7 en relación con la influencia de actores como China y Rusia? La creciente influencia de estos países, considerados contrapesos económicos y militares al G7.
