Con el aprendizaje obtenido a través de la gradualidad, la reforma a la jornada laboral podría lograrse con mayor facilidad mediante ajustes a la Ley Federal del Trabajo (LFT) en lugar de modificar la Constitución. Esta es la opinión de Ricardo Martínez Rojas, socio fundador de D&M Abogados.
La discusión sobre la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales ha generado un debate importante en el país. La propuesta busca avanzar hacia una mayor flexibilidad laboral, pero la forma de lograrlo es fundamental para evitar problemas futuros. El abogado enfatiza que, aunque las leyes son perfectibles, reformar la Constitución generaría una mayor rigidez y dificultaría futuros cambios.
La Constitución mexicana establece un límite máximo de ocho horas en la jornada diaria, pero no define una jornada semanal. Por lo tanto, si se desea modificar la jornada laboral, es más sencillo hacerlo a través de ajustes a la LFT. Esto implica que el Congreso podría modificar la ley con mayor facilidad, sin necesidad de someter la propuesta a los Congresos locales o requerir una mayoría calificada en el Congreso.
Gradualidad, Flexibilidad y Sectorización: Pilares de la Reforma
Las discusiones en los foros para abordar la jornada laboral han revelado que existen varios elementos clave que deben considerarse en la propuesta de reforma. Se ha acordado que la gradualidad en la reducción de horas, la aplicación flexible de la norma y la consideración de reglas por sector, según las actividades y operación de cada empresa, son fundamentales para una transición exitosa.
El sector empresarial ha solicitado la posibilidad de establecer esquemas no solo semanales, sino también diarios, quincenales o mensuales. Además, se han planteado opciones como bancos de horas y el uso de tiempo extraordinario. El objetivo es encontrar una solución que se adapte a las necesidades de cada empresa y permita mantener la productividad.
Ricardo Martínez Rojas sugiere que se podría establecer solo un día de descanso semanal obligatorio. Argumenta que con las 40 horas, los trabajadores podrían alcanzar el descanso necesario sin afectar la productividad de las empresas. Considera que un solo día de descanso es más flexible que los seis días tradicionales, lo que permite una mayor adaptación de la jornada laboral.
“Creemos que con las 40 horas se puede acomodar la jornada de manera productiva. Y con eso nuestros trabajadores alcanzarán el descanso que se requiere, pero no hacemos improductivas a las empresas”, afirma. El abogado enfatiza que la flexibilidad es clave para lograr una mayor productividad y competitividad del país.
Regularización de las Horas Extras: Un Aspecto Crucial
Para facilitar la transición hacia una jornada de 40 horas, las empresas han planteado la posibilidad de aumentar las horas extras. En este contexto, el abogado sugiere que estas horas no deberían gravarse con el Impuesto Sobre la Renta (ISR), lo que permitiría a los trabajadores recibir un mayor ingreso. El objetivo es reducir la carga impositiva sobre las horas trabajadas adicionalmente.
“Realmente, lo que tenemos que buscar es que el tiempo extraordinario sea menos gravoso. ¿Qué quiero decir? Hoy por hoy, al trabajador le cobran impuestos sobre la renta por las horas triples pagadas. Se debería de quitar eso para que el trabajador verdaderamente reciba un mayor dinero”, explica Martínez Rojas. Considera que esta medida podría incentivar a las empresas a contratar personal adicional y ofrecer más horas extras, lo que impulsaría la productividad y el crecimiento económico.
El abogado confía en que los foros de discusión sirvan para que México alcance una mayor productividad y “podamos ser más competitivos, porque el mundo así lo solicita”. Destaca la importancia de un diálogo abierto y constructivo entre gobierno, empresas y trabajadores para lograr una reforma que beneficie a todos los actores involucrados.
¿Y las horas extras triples? Hay que regularlas
Una de las soluciones que las empresas analizan para reducir la jornada laboral a 40 horas es contratar más personal o aumentar las horas extras. Por ello, el abogado considera que éstas no deben gravarse con el Impuesto Sobre la Renta (ISR), lo que permitiría, incluso, que los trabajadores tengan un mejor ingreso.
“Realmente, lo que tenemos que buscar es que el tiempo extraordinario sea menos gravoso. ¿Qué quiero decir? Hoy por hoy, al trabajador le cobran impuestos sobre la renta por las horas triples pagadas. Se debería de quitar eso para que el trabajador verdaderamente reciba un mayor dinero”, explicó.
Confió en que los foros sirvan para que México alcance una mayor productividad y “podamos ser más competitivos, porque el mundo así lo solicita”.
Preguntas y Respuestas Clave
- ¿Por qué es más fácil reformar la LFT en lugar de la Constitución? La Constitución establece un límite máximo de ocho horas diarias, pero no define una jornada semanal.
- ¿Qué tipo de flexibilidad se propone? Se busca un sistema con gradaciones (diarias, quincenales, mensuales), bancos de horas y tiempo extraordinario.
- ¿Qué se propone con respecto al día de descanso? Se sugiere un solo día de descanso semanal obligatorio.
- ¿Por qué es importante regular las horas extras? Para evitar una carga impositiva excesiva y permitir que los trabajadores reciban un mayor ingreso.
- ¿Por qué se busca la flexibilidad? Para que las empresas puedan adaptarse a sus necesidades y mantener la productividad.