Cifras Alarmantes y Deficiencias Internas
El Ejército Mexicano enfrenta una preocupante situación de robo y extravío de armamento. Entre el 2018 y abril de 2023, se reportaron más de 2,200 armas de fuego perdidas o robadas. Esta cifra revela una problemática persistente que va más allá de simples incidentes aislados, y sugiere profundas deficiencias en los controles internos y procedimientos de seguridad dentro de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Un Panorama de Pérdidas y Subregistro
Las cifras revelan una tendencia preocupante. Si bien hubo un ligero descenso en las cifras de robo reportadas, la cantidad total de armas perdidas o robadas es significativa. En 2019, se reportaron 309 armas robadas, año con mayor número de casos. En cuanto al tipo de arma, el 2019 también fue el año con más hurtos de armas cortas (222 piezas), mientras que en 2020 se registraron más casos de armas largas (93).
Pero la situación es aún más compleja. Existe la posibilidad de un subregistro sistemático de armas robadas, especialmente en casos donde los elementos del Ejército son asesinados en enfrentamientos. En estos casos, las armas pueden desaparecer sin ser documentadas adecuadamente, lo que dificulta tener una visión real del inventario y la magnitud de las pérdidas.
Además, se reportaron 175 armas extraviadas en 2021. En términos de tipo, el 2020 fue el año con más armas cortas extraviadas y el 2021, con más casos de armas largas. En total, entre 2018 y abril de 2023, se extraviaron 550 armas cortas y 260 largas.
¿Por Qué Ocurre Esto?
Expertos en seguridad señalan que las pérdidas y robos de armamento no son simplemente incidentes aislados, sino el resultado de deficiencias en los controles internos y procedimientos de seguridad dentro de las Fuerzas Armadas.
Alberto Guerrero Baena, consultor en seguridad y miembro del Observatorio de la Guardia Nacional de Causa en Común, advierte que, a pesar de existir un protocolo formal para reportar la pérdida de armamento –que incluye notificaciones por escrito, denuncias ante el Ministerio Público y procesos internos para determinar sanciones–, en la práctica las armas “se dan por perdidas” y rara vez hay claridad sobre el seguimiento o sanción a los responsables. “La opacidad es constante en las Fuerzas Armadas”, afirma.
El especialista destaca que la falta de transparencia y el subregistro son factores clave, junto con la posibilidad de que las armas desaparezcan en combates sin ser documentadas.
Mercado Ilegal y Falta de Trazabilidad
Además de las deficiencias internas, los expertos señalan la existencia de un mercado ilegal donde se venden piezas militares como uniformes y cascos. El propio titular de la Marina, el almirante Rafael Ojeda Durán, reconoció en el sexenio pasado que se habían detectado casos de elementos que vendían material castrense, aunque solo fueron dados de baja porque no existían las condiciones para judicializarlos.
Otro problema grave es el robo de municiones, especialmente las explosivas como morteros y granadas que los grupos criminales están utilizando con drones. “A diferencia de las armas, las municiones no tienen números de serie, lo que dificulta aún más su rastreo. No sabemos el tamaño real de estas pérdidas”.
Soluciones Propuestas
Para abordar esta problemática, los expertos proponen varias soluciones:
* **Base de datos unificada y actualizada:** Implementar una base de datos centralizada que permita rastrear el movimiento de las armas, desde su adquisición hasta su destino final.
* **Mejora en los controles de trazabilidad:** Establecer procedimientos más rigurosos para el control de las armas en todas las etapas, incluyendo el transporte y almacenamiento.
* **Coordinación entre fiscalías estatales y la Sedena:** Fortalecer la colaboración entre las autoridades para investigar los robos y asegurar que los responsables sean llevados ante la justicia.
* **Fortalecimiento de la supervisión ciudadana:** Promover mecanismos para que la ciudadanía pueda reportar cualquier actividad sospechosa relacionada con el armamento.
Preguntas y Respuestas Clave
- ¿Cuántas armas se han perdido o robado en total entre 2018 y abril de 2023? Más de 2,200.
- ¿Cuál fue el año con más robos reportados? 2019, con 309 armas.
- ¿Qué tipo de arma fue el más robado? Armas cortas (222 piezas en 2019).
- ¿Por qué es difícil saber la magnitud real de las pérdidas? Debido al subregistro sistemático de armas robadas, especialmente en casos donde los elementos del Ejército son asesinados.
- ¿Qué se ha detectado además de la venta directa de armas? La venta de uniformes y otros equipos militares a grupos delictivos.