La economía de Bolivia experimentó un crecimiento del 0.73% en el año 2024, pero este avance se ve considerablemente afectado por la persistente inestabilidad política y social del país. Este crecimiento modesto se produce en un contexto de profunda crisis económica, caracterizada por una escasez aguda de dólares y la necesidad de recurrir a las reservas del Estado para mantener los subsidios a los combustibles.
Antecedentes de la Crisis
Durante los últimos años, Bolivia ha dependido fuertemente de sus exportaciones de hidrocarburos para generar divisas y financiar su economía. Sin embargo, desde 2017, la producción de gas natural y petróleo ha disminuido drásticamente. Esta caída en las exportaciones ha provocado una reducción significativa de los ingresos del Estado, dificultando la gestión económica y limitando las posibilidades de crecimiento.
El Impacto de las Protestas
La situación económica se ha visto exacerbada por una serie de protestas y bloqueos de carreteras liderados por partidarios del expresidente Evo Morales. Estas manifestaciones, que se han repetido a lo largo de 2024, han interrumpido la actividad económica y han contribuido a la caída del Producto Interno Bruto (PIB). En marzo de 2024, por ejemplo, la economía sufrió una contracción del 1.7% interanual, mientras que en octubre y noviembre experimentó descensos de 3.6% y 4.4%, respectivamente.
Sectores Afectados
Las protestas han tenido un impacto particularmente fuerte en sectores clave de la economía boliviana. El sector agropecuario, el de transporte y el comercio han sido los más afectados por la interrupción de las cadenas de suministro y la falta de acceso a mercados. La dificultad para transportar productos agrícolas, el retraso en las entregas y la disminución de las ventas han afectado negativamente a estas industrias.
Presión sobre las Reservas
El gobierno de Bolivia se ha visto obligado a recurrir a sus reservas líquidas para mantener los subsidios a los combustibles, que son importados a precios internacionales y vendidos con pérdidas en el mercado interno. Esta situación ha generado una presión considerable sobre las finanzas públicas y ha limitado la capacidad del Estado para invertir en otros sectores de la economía, como la infraestructura o la educación.
Elecciones y Desafíos Políticos
En agosto de 2024, Bolivia se prepara para celebrar elecciones presidenciales. La izquierda oficialista, que ha perdido terreno en las encuestas de intención de voto, enfrenta un desafío importante para mantenerse en el poder. El expresidente Evo Morales, que buscaba un cuarto mandato a pesar de estar inhabilitado, no pudo inscribir su candidatura, lo que generó nuevas protestas y exacerbó la inestabilidad política.
Inflación y Perspectivas Futuras
En 2025, la situación económica de Bolivia continuó deteriorándose, con una inflación interanual récord de 23.9% en junio. Esta alta tasa de inflación erosiona el poder adquisitivo de los bolivianos y dificulta aún más la gestión económica del país. La combinación de una economía en crisis, alta inflación y inestabilidad política presenta un panorama desafiante para el futuro de Bolivia.
Preguntas y Respuestas Clave
- ¿Cuál fue el crecimiento del PIB en Bolivia durante 2024? El crecimiento fue del 0.73%.
- ¿Qué factores han contribuido a la crisis económica? La caída en la producción de hidrocarburos y las protestas han sido los principales factores.
- ¿Qué sectores económicos se han visto más afectados? El agropecuario, el de transporte y el comercio.
- ¿Cuál es la situación con respecto a las reservas del Estado? El gobierno ha tenido que recurrir a sus reservas líquidas para mantener los subsidios a los combustibles.
- ¿Cuál es la situación política actual? Se acercan elecciones presidenciales, y la izquierda oficialista está en desventaja.