La protesta pacífica en la Ciudad de México contra la gentrificación, que buscaba visibilizar el impacto del aumento de precios y la exclusión social, se vio gravemente afectada por actos de vandalismo y agresiones. La marcha, convocada para denunciar la creciente presión económica sobre los residentes de colonias emblemáticas como Condesa, Roma, Doctores y Obrera, se vio interrumpida por incidentes que pusieron en riesgo la integridad de los participantes y visitantes.
El movimiento, impulsado por vecinos de estas zonas históricas y con el lema “Gentrificación no es progreso, es despojo”, buscaba generar conciencia sobre cómo la llegada masiva de turistas y extranjeros está elevando los costos de vida en la ciudad. Se argumenta que el aumento del turismo y la inversión inmobiliaria están provocando un desplazamiento de los residentes locales, quienes ya tienen dificultades para acceder a vivienda digna y servicios básicos.
El Conflicto con Luisito Comunica
Uno de los momentos más llamativos y controvertidos de la marcha fue el incidente que se produjo con Luisito Comunica, un popular influencer mexicano conocido por sus videos de YouTube sobre la Ciudad de México. Luisito estaba documentando la protesta para su audiencia, grabando videos y compartiendo imágenes de la marcha. Sin embargo, al acercarse a la manifestación, un grupo de participantes lo abordó y lo obligó a retirarse del lugar. Este incidente generó una fuerte discusión en redes sociales, con opiniones encontradas sobre si la acción de los manifestantes fue justificada o si se trató de un acto de hostigamiento y censura.
Agresiones a Turistas Extranjeros
Además del incidente con Luisito Comunica, se reportaron otras agresiones contra personas que paseaban por las calles donde transcurrió la marcha. Los manifestantes se dirigieron verbalmente a turistas extranjeros, acusándolos de ser parte del problema de la gentrificación al contribuir con el aumento de la demanda y, por ende, los precios. En algunos casos, se registraron acciones más directas, como empujones y agresiones verbales. Estas acciones generaron preocupación por la seguridad de los visitantes y pusieron de manifiesto la tensión y el clima hostil que se había instalado durante la marcha.
Destrucción de Negocios
En varios puntos del recorrido, los manifestantes también destruyeron negocios que consideraban pertenecientes a cadenas internacionales. Se reportaron actos de vandalismo contra comercios y tiendas que se percibían como símbolos del modelo económico que consideraban responsable de la gentrificación. Esta acción, aunque denunciada por algunos como una forma de protesta legítima, también fue criticada por otros que la consideraron inaceptable y contraproducente.
Intervención de las Autoridades
Ante la escalada de tensión y los actos de vandalismo, la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC-CDMX) intervino con un grupo de reacción para controlar la situación, custodiar los alrededores y evitar mayores daños. La presencia policial buscaba mantener el orden público y proteger a los manifestantes, turistas y comerciantes.