La organización ambientalista Greenpeace México ha intensificado sus esfuerzos para detener la creciente explotación de la selva maya en Quintana Roo, denunciando que el gobierno mexicano está permitiendo que el Ejército Mexicano continúe con prácticas extractivistas similares a las utilizadas por empresas como Calica, devastando extensos bosques y amenazando el vital acuífero de la región.
La Situación Actual en Quintana Roo
Cancún, QRoo – Greenpeace México realizó una protesta visible en la delegación de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para exigir una parada inmediata a la autorización de nuevos permisos para la extracción de material pétreo en la selva. La organización argumenta que, a pesar de haber logrado detener el modelo depredador implementado por Calica con sus minas a cielo abierto en Playa del Carmen, ahora se están otorgando permisos al Ejército Mexicano para establecer nuevos bancos de extracción en la selva del centro de Quintana Roo.
La Devastación Ambiental: Un Cifra Alarmante
Carlos Samayoa, coordinador de la campaña “Al grito de selva” de Greenpeace, reveló que en los últimos dos sexenios, este modelo extractivista a través de minas al cielo abierto ha devastado aproximadamente 10,000 hectáreas de selva en Quintana Roo. Esta cifra es solo una muestra del daño ambiental provocado por la extracción de material pétreo, donde Calica fue un ejemplo de las prácticas destructivas que se estaban llevando a cabo. La organización estima que han detectado al menos treinta nuevas autorizaciones para bancos de material en la selva quintanarroense, con un porcentaje significativo otorgado por la Secretaría de la Defensa Nacional.
Permisos “Temporales” y Prácticas Destructivas
Samayoa denunció que, de manera preocupante, Semarnat está otorgando permisos “temporales” a empresas como Cemex para deforestar 650 hectáreas de selva en Tulum y establecer otro banco de material para la explotación del subsuelo selvático. Esta práctica permite a las empresas devastar áreas de selva, tramitar los permisos ambientales correspondientes y luego continuar con la extracción sin detenerse. Esta estrategia, según Greenpeace, es una forma de perpetuar la destrucción ambiental y socavar los esfuerzos para proteger la selva.
El Impacto en la Selva Maya y el Acuífero
La organización enfatiza que la destrucción de la selva no solo implica la pérdida de biodiversidad y el daño a los ecosistemas, sino también la amenaza al acuífero que conforma la reserva de agua más grande de México. La selva maya juega un papel fundamental en el ciclo hidrológico, regulando las precipitaciones y proporcionando agua vital para la región. La deforestación y la extracción de materiales amenazan este equilibrio, poniendo en riesgo el suministro de agua para las comunidades locales y la sostenibilidad del ecosistema.
Llamado a una Protección Integral
Greenpeace México insta a Semarnat a abrir sus puertas para trabajar en un plan detallado que culmine con la protección integral de la Selva Maya. La organización propone un enfoque que combine la regulación estricta de las actividades extractivas con medidas para la restauración y conservación de los ecosistemas dañados, así como el apoyo a las comunidades locales que dependen de la selva para su sustento. Consideran que la Selva Maya representa un baluarte imprescindible frente a la crisis climática, y su protección es una responsabilidad urgente.
Preguntas y Respuestas Clave
- ¿Cuál es el principal problema que denuncia Greenpeace? La autorización de nuevos permisos para la extracción de material pétreo en la selva maya, a través del Ejército Mexicano.
- ¿Cuántas hectáreas de selva se han devastado en los últimos sexenios? Aproximadamente 10,000 hectáreas.
- ¿Qué tipo de permisos se están otorgando actualmente? Permisos “temporales” a empresas como Cemex para deforestar y extraer materiales.
- ¿Qué representa la Selva Maya? Es la reserva de agua más grande de México y un baluarte frente a la crisis climática.
- ¿Qué propone Greenpeace para proteger la selva? Un plan detallado que combine regulación, restauración y apoyo a las comunidades locales.