La regulación emocional no es una tendencia pasajera; es una competencia fundamental, tan vital como el conocimiento en áreas como finanzas y administración. Un líder que gestiona eficazmente sus emociones tiene una ventaja significativa en la consecución de mejores resultados, mientras que la falta de esta habilidad puede tener consecuencias devastadoras para un equipo y una empresa. Este artículo explora la importancia de la regulación emocional en el liderazgo, sus implicaciones y cómo se puede fomentar una cultura organizacional que valore esta habilidad.
Consecuencias de la Falta de Regulación Interna
Un estudio realizado por UKG revela que un 35% de los líderes “a menudo” se sienten estresados por el trabajo, y cuatro de cada diez señalan que la principal fuente de estrés es la presión que se imponen a sí mismos. El mundo empresarial está lleno de crisis, grandes y pequeñas, y la presión constante se suma a los problemas personales. En este contexto, si los líderes carecen de las herramientas para gestionar sus emociones, las consecuencias pueden ser catastróficas: desde una mala relación con los colaboradores hasta la toma de malas decisiones en la organización.
Javier Sánchez, CEO de Tindala y autor del libro “Dirigir desde dentro: Regulación emocional y dirección de empresas”, destaca que un líder sin las capacidades cognitivas para gestionar sus emociones “pierde perspectiva de lo que sucede”, y deja de actuar en la realidad. La “desregulación emocional”, como la define el especialista, impacta negativamente en la estrategia del negocio y en los colaboradores. Se pierde la capacidad de crear vínculos, ser empático y escuchar, lo que genera baja motivación y reduce el sentimiento de pertenencia, traduciéndose en una menor productividad.
¿Qué lleva a la Desregulación?
La respuesta a la pregunta de por qué algunos líderes no regulan sus emociones puede residir en una cultura que considera que los líderes no tienen derecho a mostrar sus emociones y necesitan proyectar autoridad y frialdad. Esta supresión de las emociones genera la necesidad de reprimirlas, como si fueran un virus a erradicar. El especialista enfatiza que las emociones son “como un sensor muy útil para poder maniobrar en nuestro entorno”, y si se suprimen, se pierde ese “sensor”, comprometiendo el rumbo.
¿Cómo Impulsar una Cultura de Inteligencia Emocional?
La regulación emocional es un trabajo de toda la vida, según Javier Sánchez. No se trata de una solución rápida o de un evento puntual, sino de un proceso continuo. La clave está en “conectar con los sentidos”, lo que permite darse cuenta de lo que está pasando y, en lugar de actuar impulsivamente por las emociones, tomar acciones consensuizadas. Esto implica crear herramientas que sirvan en el día a día y, sobre todo, en los momentos más complicados.
- Conectar con los sentidos: Prestar atención a las señales físicas y emocionales que indican el estado de ánimo.
- Validar las emociones: Reconocer y aceptar los sentimientos propios y de los demás.
- Practicar la escucha activa: Prestar atención genuina a lo que dicen los demás, sin interrumpir ni juzgar.
- Fomentar la comunicación abierta: Crear un ambiente donde los colaboradores se sientan seguros para expresar sus emociones y opiniones.
- Promover el autoconocimiento: Ayudar a los líderes y colaboradores a comprender sus fortalezas, debilidades y patrones emocionales.
Preguntas y Respuestas Clave
- ¿Por qué es importante la regulación emocional en el liderazgo? Porque permite a los líderes tomar decisiones más racionales y efectivas, gestionar conflictos de manera constructiva y crear un ambiente laboral positivo.
- ¿Cómo puedo empezar a desarrollar mi inteligencia emocional? Comienza por prestar atención a tus propias emociones y cómo reaccionas ante diferentes situaciones. Practica la autocompasión y busca herramientas de manejo del estrés.
- ¿Es posible para un líder mostrar emociones? Absolutamente. La clave no es suprimir las emociones, sino gestionarlas de manera efectiva y comunicarlas de forma adecuada.
- ¿Cómo puedo ayudar a mis colaboradores a desarrollar su inteligencia emocional? Fomenta la comunicación abierta, crea un ambiente de confianza y ofrece oportunidades para el desarrollo personal y profesional.