El domingo pasado, Israel presenció una masiva huelga ciudadana, un claro signo de descontento generalizado en la sociedad israelí hacia la persistente estrategia de guerra que lleva a cabo el gobierno de Netanyahu y su coalición. Esta situación, que se ha prolongado durante casi dos años, es el resultado de una respuesta militar considerada insuficiente para lograr una victoria decisiva contra Hamas y liberar a los rehenes que aún se encuentran en poder del grupo.
La Crisis de los Rehenes y la Impotencia Militar
Para miles de manifestantes que se congregaron en la Plaza de los Rehenes en Tel Aviv, la realidad es clara: liberar a los rehenes por medio de una operación militar convencional es prácticamente imposible. Esto implica, inevitablemente, buscar un acuerdo con Hamas para liberar a los rehenes vivos y muertos a cambio del cese de las hostilidades. La mayoría de los israelíes, por lo tanto, ven la victoria sobre el grupo fundamentalista gazatí como la obtención del regreso de sus compatriotas, incluso si esto implica un alto costo.
El Obstáculo de Netanyahu y la Polarización
El principal obstáculo para alcanzar este objetivo es la obstinación de Netanyahu, quien se niega a perder el poder. Consciente de que una nueva elección lo sacaría del Ejecutivo, y por ende abriría camino a su sucesor, se aferra al poder con una determinación que ha llevado al país a una polarización extrema. Por un lado, se encuentran aquellos dispuestos a sacrificar a los 20 rehenes presumiblemente vivos y a un mayor número de soldados, en la esperanza de lograr una “victoria militar” sobre Hamas y la posterior ocupación de Gaza. Por otro, hay quienes están dispuestos a arriesgarlo todo para evitar la muerte de los secuestrados y, al mismo tiempo, salvar la democracia israelí de la amenaza autoritaria que representa Netanyahu y el resto de la coalición gobernante.
La Responsabilidad de los Mandos Militares y la Negación de Netanyahu
Prácticamente todos los mandos militares que fueron incapaces de prevenir la catástrofe del 7 de octubre de 2023 han asumido su responsabilidad y renunciado al cargo. El único que se mantiene en el mando a pesar de ser la cabeza del gobierno es Netanyahu, quien ante toda la evidencia presentada en medios y ante tribunales, ha respondido con el absurdo argumento de: “yo no sabía”. Esta respuesta es ampliamente considerada como una mentira o, al menos, como la evidencia de una profunda estupidez.
La Manipulación y la Negación de la Realidad
Se reconoce que cuando un político utiliza este recurso –“yo no sabía”–, se trata de una mentira o, al menos, de una falta de conciencia. En el caso de Netanyahu, su adicción a dar a conocer datos, hechos y realidades inexistentes lo convierte en un mitómano populista de libro de texto. Esta práctica, combinada con su obstinación política, dificulta enormemente la búsqueda de una solución pacífica y la liberación de los rehenes.
La Huelga Ciudadana: Un Símbolo de Descontento
- La huelga representa una manifestación directa del descontento de la población con la gestión actual y la estrategia militar.
- Demuestra una creciente frustración con la falta de progreso hacia la liberación de los rehenes.
- Refleja una demanda por un cambio en la política exterior y una búsqueda de soluciones diplomáticas.
- Representa una muestra de que la sociedad israelí está dispuesta a tomar medidas para presionar al gobierno y lograr un cambio.
Preguntas y Respuestas Clave
- ¿Por qué se llevó a cabo la huelga? La huelga fue un rechazo a la estrategia de guerra en Gaza y a la persistencia del estado de guerra.
- ¿Cuál es el principal obstáculo para liberar a los rehenes? La obstinación de Netanyahu y su deseo de mantener el poder.
- ¿Qué significa la frase “yo no sabía” en este contexto? Es una mentira o una negación de la realidad, utilizada para evitar asumir responsabilidades.
- ¿Por qué es importante la huelga ciudadana? Representa una manifestación del descontento popular y una presión adicional sobre el gobierno.