El Problema y la Promesa
Recientemente, la Casa Blanca ha designado oficialmente a dos grupos venezolanos –el ‘Cártel de los Soles’ y el ‘Tren de Aragua’– como organizaciones terroristas globales. El objetivo declarado del presidente Donald Trump ha sido destruir a estos cárteles y a todos los que se relacionan con el narcotráfico. Sin embargo, la situación actual nos coloca en una encrucijada peligrosa con tres posibles caminos, ninguno de los cuales conduce a una Venezuela estable y democrática.
El Pentágono podría estar planeando una invasión. Pero, lo que estoy seguro es que nadie tiene una estrategia de salida. Esto ha sido históricamente el problema de Estados Unidos en sus aventuras militares alrededor del planeta. Por lo tanto, debemos preguntarnos: ¿Es este un plan para un cambio de régimen? ¿Es el despliegue de fuerza naval estadounidense para capturar a Nicolás Maduro, como ocurrió con Noriega en Panamá? ¿Es este un plan para un ataque quirúrgico contra unos pocos funcionarios corruptos? ¿O es simplemente una estrategia narrativa para “aparentar firmeza” sin acciones reales?
La Promesa: Un Camino a la Trampa
Si el “ataque quirúrgico” para capturar a Maduro fracasa, ¿qué pasaría? El sistema de anillos entrelazados que los venezolanos le copiaron a Fidel Castro en Cuba –que a su vez había sido copiado del sistema soviético de anillos concéntricos– hace que atacar a unos pocos líderes solo produzca una ilusión de victoria. Lo peor es que esa ilusión dura muy poco tiempo.
Esos anillos concénticos protegen al régimen, porque si cae un líder, caen todos. Por eso es que se protegen entre sí. En los golpes del pasado, Estados Unidos quitaba a un sátrapa para poner a otro. Y después lo presumía diciendo: “Es nuestro hijo de perra”.
La evidencia de que estos enfoques no funcionan como los cambios de régimen en Latinoamérica –con todos los golpes de estado de los años 50 y 60– está reflejada en lo que pasó hace 20 años en Irak. En los Estados Unidos, las ofensivas pasadas han demostrado históricamente que solo se crean vacíos de poder y que eso le permite al crimen organizado llenar esos vacíos rápidamente, con sus propios sátrapas y sus propios “hijos de perra”.
Es cierto que Trump está contemplando cómo algunas extradiciones se convertirían en “trofeos” para él. Pero, “cuidado”, porque con ese tipo de acciones, se acaba el perro, pero no la rabia. El mayor riesgo es que las estructuras criminales permanezcan, y eso es lo que todos quieren que Trump cambie.
Si Estados Unidos se va a tomar la molestia, que al menos lo haga bien, y que, al salir de su invasión y ocupación, deje las cosas bien sentadas. Los días de intercambiar a militares golpistas con “hijos de perra” escogidos por Washington, no dejaron nada bueno nunca.
Sería criminal gastar dinero, tiempo y esfuerzo para que al final nada cambie. Imaginen a las calles de Caracas, ahora pónganle Humvees del ejército americano y pongan a la ciudad capital de Venezuela en ruinas. Imaginen las portadas del New York Times, y el Wall Street Journal y el Washington Post diciendo: “La invasión total en Venezuela, resultó en catástrofe”.
El otro riesgo es igual de complicado: una victoria militar puede convertirse rápidamente en un fracaso político catastrófico, como ocurrió con Irak.
Cerremos este capítulo y abramos el siguiente
¿Qué va a pasar si Marco Rubio como asesor de Seguridad Nacional está usando las amenazas militares como un engaño? Sin eso fuera, hay que decirlo desde un principio. Es mejor cambiar radicalmente de estrategia porque de otra manera lo único que estamos haciendo es otorgándole al régimen de Maduro un arma poderosa para reírse de Estados Unidos, de Trump y de Rubio.
Una Estrategia Más Inteligente
Hay que atacar a la corrupción y a los funcionarios corruptos, y a los que les apoyan. No solamente a los cárteles. La idea es que el verdadero sustento de los cárteles no son las drogas, sino su relación corrupta con el gobierno y con las economías legales.
Designar a los cárteles “Organismos de Terrorismo Internacional” fue para cerrar las válvulas del lavado de dinero, para ir detrás de los que ayudan a los cárteles a vivir, limpiándoles el dinero, vendiéndoles pertrechos, blindando sus vehículos.
Otra vez, es más útil descifrar, identificar, perseguir y castigar. ¿Quiénes les venden armas, vehículos, quienes les venden llantas y celulares y computadoras? A toda esa gente Trump necesita ya desde hoy cortarles el suministro de oxígeno.
Las Acciones de Combate
En lugar de drones y fuerzas especiales, Estados Unidos necesita financiar fiscales, investigadores financieros, programas de protección de testigos y una prensa libre. El objetivo es que la colusión con el crimen sea demasiado arriesgada para ser rentable.
Construir una Seguridad Real desde Cero
La realidad: es que los soldados estadounidenses son “espantapájaros” en un territorio que no comprenden.
Porqué la verdadera seguridad, siempre es local. La acción: Estados Unidos necesita invertir en lo que realmente garantiza la seguridad en las comunidades: fuerzas policiales profesionales, un sistema judicial eficaz, prisiones seguras y confianza comunitaria. Venezuela y México, al igual que como ocurrió con Colombia en los 1980 y 90, necesitan que alguien les ayude a abordar las causas fundamentales de la delincuencia, como la pobreza y la desigualdad. La última parte es la más difícil, porque obligaría a Washington a repensar las políticas que generan las enormes ganancias del tráfico de drogas ilícitas. Nuestras propias políticas de prohibición de drogas en Estados Unidos son las que hacen que estas sustancias sean artificialmente escasas y astronómicamente rentables.