El acceso a la vivienda en México se ha convertido en uno de los grandes retos urbanos de los últimos años. Con precios que crecen más rápido que los salarios y una oferta cada vez más limitada, la pregunta es si hacer casas asequibles es realmente posible y, de ser así, qué alternativas existen para alcanzarla. Este problema no solo afecta a los más bajos recursos económicos, sino que impacta en la calidad de vida y el desarrollo social del país. La falta de vivienda digna limita las oportunidades educativas, laborales y sociales, perpetuando ciclos de pobreza y desigualdad.
Para Adrián Labastida, arquitecto especializado en urbanismo, el panorama actual es resultado del retiro del Estado en el impulso a la construcción, lo que agravó la crisis habitacional en los últimos años. Durante décadas, el gobierno federal ha reducido significativamente su participación directa en la vivienda, dejando un vacío que han llenado principalmente el sector privado, con una lógica de mercado que a menudo prioriza la rentabilidad sobre las necesidades sociales. Esto ha llevado a una disminución en la oferta de vivienda social y a un aumento en los precios del mercado inmobiliario, haciendo que el sueño de una casa propia sea cada vez más inalcanzable para muchos mexicanos.
Jorge Ortiz Moreno, maestro en planeación del desarrollo urbano por el Colegio Universitario de Londres y coautor del estudio, remarcó que los proyectos de vivienda asequible que realmente logran transformar cumplen con cuatro características fundamentales: son resilientes a la especulación, inclusivos (disponibles para diferentes grupos socioeconómicos), sostenibles (considerando el impacto ambiental) y buscan un cambio de paradigma en la forma de entender y abordar el problema de la vivienda.
Un Cambio de Paradigma en Juego
La presión social y la conversación pública han empujado el tema a la agenda. Para Jorge Ortiz Moreno, maestro en planeación del desarrollo urbano por el Colegio Universitario de Londres, este es un momento clave. “Estamos ante un cambio de paradigma a nivel federal y local con respecto a las políticas de las últimas tres décadas, pero también hay movilización ciudadana. El tema está en el foco de la conversación pública y esto puede ayudar al cambio”, afirmó. Este movimiento ciudadano, impulsado por organizaciones sociales y colectivos de vivienda, está exigiendo políticas públicas más ambiciosas y una mayor inversión en la construcción de vivienda social.
Andrés Sañudo, miembro de CoRe y director de Oncecononce Real Estate, subrayó que es urgente que el Estado entienda la dimensión del problema habitacional para generar políticas efectivas. “Es muy fácil no hacer nada por no encontrar soluciones perfectas para todos los sectores. Pero los efectos de esa parálisis son lo que estamos cosechando hoy en día, con el incremento de precios”. Sañudo sugiere que se deben considerar mecanismos como la regulación del mercado inmobiliario, el fomento a la inversión privada en vivienda social y la creación de fondos de capitalización para proyectos habitacionales.
El problema es complejo y requiere de una estrategia integral que combine diferentes instrumentos. Algunas alternativas a considerar incluyen:
- Fomento de la vivienda social: Aumentar la inversión pública en la construcción y rehabilitación de viviendas sociales.
- Regulación del mercado inmobiliario: Establecer límites a la especulación y controlar los precios de las rentas.
- Incentivos fiscales: Ofrecer beneficios a los desarrolladores que construyan vivienda social.
- Promoción de la economía social: Apoyar iniciativas de auto-construcción y cooperativas habitacionales.
- Reutilización y rehabilitación: Priorizar la renovación de viviendas existentes en lugar de construir nuevas.
El estudio de Jorge Ortiz Moreno y sus colaboradores revela que, para 2030, solo la Ciudad de México podría requerir alrededor de 800,000 nuevas casas. Sin embargo, la meta oficial para ese año es de tan solo 200,000, una cuarta parte de lo necesario. Esta disparidad pone de manifiesto la magnitud del desafío y la necesidad urgente de replantear las políticas habitacionales.
Preguntas y Respuestas Clave
- ¿Por qué es tan difícil lograr la vivienda asequible en México? Debido al retiro del Estado, la especulación inmobiliaria y la falta de una planificación urbana integral.
- ¿Qué características debe tener un proyecto de vivienda asequible? Debe ser resiliente a la especulación, inclusivo, sostenible y buscar un cambio de paradigma.
- ¿Cuál es la diferencia entre vivienda social y vivienda asequible? Si bien los términos se utilizan a menudo de forma intercambiable, la vivienda social está dirigida específicamente a personas y familias con bajos ingresos.
- ¿Qué papel puede jugar el sector privado? El sector privado puede jugar un rol importante si se le ofrecen incentivos y se establecen marcos regulatorios adecuados.