El Impacto del Lunch Escolar en la Salud Infantil
En México, más del 35% de los niños en edad escolar tienen sobrepeso u obesidad, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición. Esto representa una preocupación creciente para la salud pública, y lo que se envía en la lonchera cada mañana no es un detalle menor: representa hasta el 30% de la energía diaria que consumen los estudiantes. Este alto consumo de calorías provenientes del lunch escolar puede contribuir significativamente al aumento de la obesidad infantil.
Desde 2014, la Secretaría de Educación Pública (SEP) y la Secretaría de Salud han emitido lineamientos que prohíben la venta de refrescos y comida chatarra en escuelas, pero a pesar de estas medidas, los errores al momento de preparar el lunch escolar persisten en muchos hogares. Parece obvio, pero sigue ocurriendo; evitar mandarles estos alimentos es un paso fundamental para promover hábitos alimenticios saludables.
Lo Que No Debe Ir en la Lonchera
De acuerdo con las Guías Alimentarias para la Población Mexicana y los lineamientos de Escuelas Saludables, hay alimentos que deben evitarse en el lunch escolar para asegurar una alimentación equilibrada y prevenir problemas de salud a largo plazo:
- Refrescos y jugos industrializados: contienen hasta 12 cucharadas de azúcar por envase de 600 ml. La recomendación es agua simple o agua de frutas sin azúcar añadida.
- Pan dulce y bollería industrial: aportan calorías vacías, grasas trans y exceso de azúcares.
- Botanas fritas y saladas: papas, frituras y similares, con alto contenido de sodio y grasas saturadas.
- Embutidos procesados: salchichas, jamón y tocino tienen nitritos y conservadores ligados a problemas de salud a largo plazo.
- Salsas y aderezos comerciales: mayonesas, cátsup o aderezos cargados de sodio y conservadores.
Qué Sí Debe Contener el Lunch
Las recomendaciones oficiales sugieren combinar tres grupos de alimentos para un lunch nutritivo y equilibrado:
- Frutas y verduras frescas: en bastones, rebanadas o ensaladas pequeñas.
- Cereales integrales: pan integral, galletas caseras de avena, tortilla de maíz.
- Proteínas magras: huevo cocido, queso, atún en agua, frijoles o lentejas en tortitas.
- Agua simple: como bebida principal.

Lunch saludable
Un ejemplo de menú podría ser un wrap de tortilla integral con frijoles y queso fresco, acompañado de pepinos con limón y agua de jamaica sin azúcar. El lunch no es solo un snack, sino una herramienta para enseñar a los niños hábitos de alimentación saludable, sustentabilidad (menos empaques desechables) y aprecio por los ingredientes frescos.
Errores Comunes en la Preparación del Lunch
- Confundir práctico con saludable: mandar galletas empaquetadas o pastelitos porque “llenan rápido”.
- Abusar del jugo en caja: aunque parezca sano, muchas versiones son néctares con más del 50% de azúcares añadidos.
- Repetir lo mismo cada día: la monotonía lleva a que los niños terminen por no comerlo y prefieran la tiendita.
- Omisión de frutas y verduras frescas: se sustituyen por productos envasados “con vitaminas añadidas”.
- Porciones excesivas: lunch demasiado grande que no consideran la comida principal en casa o comedor.
Preguntas y Respuestas Clave
- ¿Por qué es importante evitar los refrescos y jugos industrializados? Debido a su alto contenido de azúcar, que contribuye al aumento de peso y problemas de salud.
- ¿Qué alternativas hay a los jugos en caja? Agua simple, agua de frutas natural o infusiones sin azúcar.
- ¿Cómo puedo asegurar que el lunch sea equilibrado? Combinando frutas, verduras, proteínas magras y cereales integrales.
- ¿Cómo puedo fomentar hábitos alimenticios saludables en mis hijos? Enseñándoles a valorar los alimentos frescos y a leer las etiquetas nutricionales.