Contexto y Evaluación Inicial
Tras un ligero retraso, finalmente se ha presentado el paquete económico para 2026. Si bien no es considerado el mejor presupuesto en la historia, ni tampoco el peor que podría llevar a la ruina del país, se le describe como un presupuesto inercial. Este documento busca ilustrar nuevamente las debilidades estructurales que persisten en el Estado mexicano, un problema que se remonta a décadas atrás.
Ingresos Presupuestarios: Un Desafío Persistente
En cuanto a los ingresos, se proyectan recursos totales equivalentes al 22.5% del Producto Interno Bruto (PIB). Esto representa un ligero aumento con respecto al año actual, que se estimó en 21.9%, pero aún queda corto con respecto al monto aprobado por el Congreso de la Unión. Una parte significativa de este aumento se espera provenir de nuevos impuestos especiales y algunos ingresos tarifarios. Sin embargo, existe la esperanza de que los ingresos petroleros continúen complementando estos recursos, aunque México ya no es un país dependiente de los hidrocarburos como lo fue en el pasado. La baja recaudación es una de las debilidades más arraigadas del Estado mexicano, un problema que se ha mantenido durante mucho tiempo.
Gastos Presupuestarios: Rigidez y Limitaciones
El presupuesto total anunciado supera los 10 billones de pesos, pero el margen de maniobra para su gestión es extremadamente limitado. Aproximadamente el 67% del gasto total se destinará a los llamados “gastos rígidos”, que incluyen transferencias a estados (aportaciones y participaciones), programas sociales, pensiones contributivas y no contributivas, y el costo financiero asociado a la deuda pública. Esta rigidez, combinada con los ingresos limitados y los pasivos existentes, dificulta enormemente la posibilidad de implementar grandes cambios en políticas públicas en áreas cruciales como salud, educación y seguridad – todos ellos problemas estructurales que México ha enfrentado durante mucho tiempo.
Inversión Pública: Un Respiro, Pero No la Solución
A pesar de las limitaciones generales, se anuncia un presupuesto de 526,000 millones de pesos para programas y proyectos prioritarios de inversión. Dentro de esta cifra, los trenes reciben una asignación de 104,000 millones de pesos – en rutas que se consideran estratégicas. Además, se prevé una inversión significativa para Pemex y CFE, que supera los 300,000 millones de pesos. Esta inversión en infraestructura energética es crucial para asegurar el suministro eléctrico, pero requiere una inversión adicional considerable para nuevas plantas de generación y la urgente modernización de la infraestructura de transmisión. La transferencia de 263,000 millones de pesos a Pemex – casi 15,000 millones de dólares – se destina a hacer frente a los enormes pagos de deuda que la empresa debe afrontar el próximo año. Este flujo de recursos es vital para evitar un colapso financiero, pero no aborda las causas subyacentes de la deuda.
Debilidades Estructurales y Persistencia del Problema
En resumen, el presupuesto de 2026 se considera conservador e inercial. Sin embargo, las debilidades estructurales del Estado mexicano – que se han manifestado desde el año 2000 – siguen siendo un desafío importante. El Estado mexicano tiene dificultades para recaudar suficientes ingresos (y no puede justificar políticamente un aumento), y está atado de manos para definir sus prioridades de gasto. Este problema se ha visto exacerbado por la falta de reformas fiscales a largo plazo, que han impedido aumentar la recaudación y mejorar la eficiencia del sistema tributario. Además, la dependencia de ingresos provenientes de fuentes tradicionales (como el petróleo) limita la capacidad del Estado para financiar programas sociales y proyectos de desarrollo a largo plazo.
Preguntas y Respuestas Clave
- ¿Cuál es el déficit proyectado para 2026? El déficit se estima en 4.1% del PIB, un ligero aumento con respecto al año actual (4.3%).
- ¿De dónde provendrán los ingresos? Se espera que los ingresos tributarios aumenten en un 15.1% del PIB, con una parte importante proveniente de nuevos impuestos especiales y algunos ingresos tarifarios. También se espera que los ingresos petroleros complementen estos recursos, aunque la dependencia de esta fuente está disminuyendo.
- ¿Qué porcentaje del presupuesto se destinará a los gastos rígidos? Aproximadamente el 67% del presupuesto se asignará a los gastos rígidos, incluyendo transferencias a estados, programas sociales y el costo financiero.
- ¿Qué tan grande es la inversión pública anunciada? Se anuncia un presupuesto de 526,000 millones de pesos para programas y proyectos prioritarios de inversión.
- ¿Qué tan grande es la transferencia a Pemex? Se anuncia una transferencia de 263,000 millones de pesos a Pemex.