La llegada proyectada de 5 millones de turistas durante el Mundial de Futbol 2026, según las estimaciones de la FIFA, presenta un desafío sin precedentes para los aeropuertos mexicanos. Este evento deportivo de magnitud global exige una profunda reflexión sobre la infraestructura actual y la necesidad urgente de inversión para garantizar un flujo de pasajeros fluido, seguro y eficiente.
El Contexto del Mundial 2026 en México
México ha sido seleccionado como sede del Mundial de Futbol 2026, un evento que generará una enorme expectación a nivel mundial. Se espera que más de 1 millón de aficionados lleguen al país para presenciar los partidos, además de la considerable cantidad de turistas que visitarán las ciudades anfitrionas. Este flujo masivo de personas representa una prueba definitiva para la capacidad operativa y logística de los aeropuertos mexicanos, que ya se encuentran operando a máxima capacidad en días normales.
La magnitud del evento no se limita al número de aficionados. Se espera un impacto económico significativo, con el aumento del gasto en turismo, hostelería y comercio. Las empresas de transporte aéreo, hoteleras y las cadenas de suministro se verán beneficiadas, pero también se espera un aumento en la demanda de servicios y recursos.
El Desafío para los Aeropuertos Mexicanos
Los aeropuertos mexicanos, como el de Ciudad de México (AICM), Toluca y Guadalajara, se enfrentan a una serie de retos. La infraestructura actual ya está operando cerca de su máxima capacidad, y la llegada masiva de turistas durante el Mundial podría provocar congestiones, retrasos y problemas de seguridad. Además, la necesidad de gestionar el equipaje adicional, los permisos de entrada y salida, y la seguridad del transporte aéreo son consideraciones cruciales.
Según Patxi Borbolla, consultor experto en proyectos de construcción y con amplia experiencia en la gestión de grandes eventos como el Mundial, es fundamental ir más allá de simplemente “responder” al aumento del tráfico aéreo. Borbolla enfatiza que la inversión debe enfocarse en una modernización integral de la infraestructura, incluyendo:
- Tecnología: Implementación de sistemas avanzados de gestión de colas, control de acceso y seguimiento de equipaje.
- Eficiencia Operativa: Optimización de los procesos de embarque y desembarque, incluyendo la gestión del personal y la asignación de recursos.
- Seguridad Reforzada: Implementación de medidas de seguridad adicionales para proteger a los pasajeros y el personal, incluyendo controles más rigurosos y la colaboración con las fuerzas de seguridad.
- Conectividad en Tiempo Real: Sistemas que permitan una comunicación fluida entre los aeropuertos, las empresas de transporte aéreo y las autoridades.
Borbolla destaca que la inversión no debe limitarse a los aeropuertos. También es necesario mejorar las conexiones de transporte terrestre y marítimo hacia las ciudades anfitrionas del Mundial, así como la infraestructura vial en general. La coordinación entre todos los actores involucrados es clave para garantizar el éxito del evento y maximizar sus beneficios económicos.
La Visión a Largo Plazo: México como Destino de Clase Mundial
Para Borbolla, la inversión en infraestructura aeroportuaria es una estrategia fundamental para proyectar a México como un país con capacidad para recibir y gestionar grandes eventos internacionales, además de impulsar el turismo y el comercio internacional. “Invertir hoy en la modernización de los aeropuertos significa proyectar a México como un país con infraestructura de clase mundial, capaz de capitalizar el turismo y el comercio internacional más allá del evento”, afirma. Esta visión a largo plazo implica no solo responder al flujo de turistas durante el Mundial, sino también construir una infraestructura sostenible y adaptable a las futuras necesidades del sector.
Preguntas y Respuestas Clave
- ¿Qué tipo de inversión es necesaria? Se requiere una inversión significativa en tecnología, sistemas de gestión de colas, seguridad y conectividad.
- ¿Cuál es el objetivo principal de la inversión? Proyectar a México como un país con infraestructura de clase mundial capaz de recibir grandes eventos y fomentar el turismo y el comercio.
- ¿Qué desafíos específicos se esperan? Congestiones, retrasos, problemas de seguridad y la necesidad de gestionar el equipaje adicional.
- ¿Qué medidas se deben tomar para garantizar la seguridad? Implementación de controles más rigurosos, colaboración con las fuerzas de seguridad y sistemas avanzados de detección.