Cambios Radicales y Desconfianza en el Gobierno Mexiquense
El Estado de México está experimentando una profunda reconfiguración interna en su gabinete, marcada por la desconfianza y el ascenso de José Cosmares al poder. Tras un verano frío en Palacio de Gobierno, la gobernadora Delfina Gómez ha reducido drásticamente su círculo de confianza, dejando a varios secretarios en una posición marginal y buscando un nuevo equilibrio de poder.
El Ascenso de José Cosmares
José Cosmares, un operador político arraigado al priismo y con una larga trayectoria de colaboración con la gobernadora desde su etapa como alcaldesa, se ha convertido en el nuevo “premier” del Estado de México. Su influencia ha crecido exponencialmente, y ahora lidera las negociaciones políticas más delicadas del gobierno. Cosmares ha sido clave en la disputa por la rectoría de la UAEMex, en las negociaciones con los sindicatos de salud pública y recientemente fue designado para coordinar el Segundo Informe de Gobierno. Estos nombramientos son una clara señal de que el poder ha cambiado de manos dentro del gabinete, con Cosmares tomando las riendas de la toma de decisiones.
Desplazamientos y Pérdida de Influencia
El ascenso de Cosmares no ha sido acompañado por la permanencia de otros operadores políticos. Óscar Flores, secretario de Finanzas y cercano a los hermanos López Beltrán, ha sido abiertamente desplazado por Cosmares, quien disputa el control de los proyectos clave y hasta ha asumido tareas presupuestales que no le corresponden. Este movimiento representa un golpe seco al equilibrio interno del gabinete.
Daniel Sibaja, el secretario de Movilidad y responsable de las principales obras de infraestructura entregadas en los dos años del gobierno delfinista, ha visto reducido su papel. Tras manifestar públicamente su oposición al incremento a las tarifas del transporte público concesionado, Sibaja ha sido relegado a un papel de “testigo incómodo” o incluso a ser un “vocero forzado”. Su influencia se ha reducido drásticamente, limitándose a eventos, redes sociales y comunicados de prensa, pero sin participación en las decisiones reales.
Operadores Clave que Mantienen la Confianza
En medio de este “naufragio político”, solo dos operadores han logrado mantener la confianza total de la gobernadora: Francisco Vázquez, su leal operador político y presidente de la junta de coordinación política del Congreso Estatal, y Juan Carlos Romero, su amigo personal de años, eficaz y reservado.
Un Gabinete Cerrado y Desconfianza Generalizada
El resto del gabinete se considera “ruido” y desconfianza. La gobernadora Delfina Gómez ha reducido drásticamente su círculo de confianza, encerrándose en su propio gabinete de guerra: un cuarteto compacto y cerrado compuesto por Cosmares, María Trinidad Franco (oficial mayor y gestora del aparato administrativo), Paco Vázquez y Juan Carlos Romero.
La Desconfianza como Clave del Problema
Lo más preocupante es que la gobernadora no ha dimensionado el tamaño del daño causado por esta desconfianza y reconfiguración. Está mal informada, encerrada, aislada y sin contrapesos reales. En política, como en la vida, no hay errores pequeños, y este podría ser el Waterloo de Delfina Gómez.
Preguntas y Respuestas Clave
- ¿Quiénes son los operadores que mantienen la confianza de Delfina Gómez? Paco Vázquez y Juan Carlos Romero.
- ¿Qué ha hecho José Cosmares para ascender al poder? Ha liderado las negociaciones políticas más delicadas, incluyendo la disputa por la rectoría de la UAEMex y las negociaciones con los sindicatos de salud pública.
- ¿Qué ha pasado con Óscar Flores? Ha sido desplazado por Cosmares, quien disputa el control de los proyectos clave y ha asumido tareas presupuestales.
- ¿Cuál es el papel actual de Daniel Sibaja? Ha sido relegado a un rol de “testigo incómodo” o “vocero forzado”.
- ¿Por qué se describe al resto del gabinete como “ruido” y desconfianza? Debido a la falta de confianza generalizada en el gobierno.