Análisis del Paquete Fiscal 2026 y sus Implicaciones
El gobierno mexicano ha presentado al Congreso una iniciativa de ley de ingresos para 2026 que, si se aprueba, implicaría un aumento significativo en el gasto público y una mayor deuda. Este paquete fiscal se suma a una trayectoria de finanzas públicas que ha estado lejos de ser moderada, con un déficit fiscal proyectado como el más alto en 35 años (excepto por este año). El objetivo es entender la magnitud de estos cambios y las posibles consecuencias para el crecimiento económico a largo plazo.
Crecimiento del Gasto Público y Asignación de Recursos
Se proyecta que el gasto público aumente en un 5.9% con respecto a 2025, lo que representaría un incremento del 26.1% del PIB. Si bien el gobierno espera generar mayores ingresos fiscales, la iniciativa se basa en proyecciones de crecimiento del PIB que podrían ser optimistas. Actualmente, las estimaciones para el crecimiento del PIB se han ajustado a un rango de 0.5-1.5%, lo que podría afectar la capacidad del gobierno para cumplir con sus objetivos fiscales.
Un aspecto preocupante es la asignación de los recursos. La mayor parte del gasto público se destinaría a programas sociales de transferencias, superando con creces las asignaciones para áreas clave como Salud, Educación y Seguridad Pública. En concreto, los programas sociales de transferencias alcanzarían 2.5 BP (billones de pesos), mientras que la suma de educación, salud y seguridad pública se situaría en 2.3 BP. Esta concentración en transferencias, sin considerar otras áreas de inversión, podría limitar el impacto a largo plazo en la productividad y el crecimiento económico.
Proyecciones de Ingresos Fiscales
La iniciativa de ley de ingresos se basa en la expectativa de que diversas medidas, como impuestos saludables y nuevos aranceles de importación, generarán alrededor del 0.6% del PIB en ingresos adicionales. Sin embargo, estas estimaciones son inciertas y dependen de la efectividad de las medidas propuestas. El gasto público, por otro lado, se legisla con el decreto de presupuesto y es difícil de reducir en caso de requerirse para mantener el balance fiscal, lo que implica un riesgo significativo de que el déficit sea mayor al programado.
Inversión Física: Una Prioridad en Declive
Si bien se propone una mayor inversión física, esta no alcanzaría a compensar la caída en la inversión pública en comparación con años anteriores (2024 y 2022). Más del 60% de las inversiones prioritarias (excluyendo Pemex y CFE) se destinarían a trenes de pasajeros, con un enfoque significativo en proyectos como el Tren Maya y el Tren Toluca. Solo una pequeña fracción, alrededor del 12%, se asignaría a la mejora de carreteras que presentan un estado crítico.
Preguntas y Respuestas Clave
- ¿Cuál es el déficit fiscal proyectado para 2026? Se espera que sea mayor al programado, con un riesgo significativo de superar las metas establecidas.
- ¿Cómo se financia el aumento del gasto público? Se espera que los ingresos fiscales generados por impuestos saludables y nuevos aranceles de importación cubran parte del déficit, aunque estas estimaciones son inciertas.
- ¿Qué porcentaje del gasto público se destinará a programas sociales de transferencias? Se espera que alcance 2.5 BP, superando con creces las asignaciones a áreas como Salud, Educación y Seguridad Pública.
- ¿Qué porcentaje de la inversión física se destinará a trenes de pasajeros? Más del 60% de las inversiones prioritarias se dirigirán a proyectos ferroviarios, como el Tren Maya y el Tren Toluca.
- ¿Cuál es la proporción de inversión física en comparación con años anteriores? La inversión física se mantendrá significativamente por debajo de los niveles registrados en 2024 y 2022.