Derecho internacional vs. realidad mexicana: Desde 1964, la OIT reconoció el acceso al agua como un derecho laboral. Sin embargo, aunque México ratificó este convenio, no es una regla general para todos los empleadores en el país.
Falta de implementación
A pesar de que México ratificó el Convenio 120 de la OIT en 1968, donde se establece que todos los trabajadores deben tener acceso suficiente a agua potable, esta prestación no está reconocida en la Ley Federal del Trabajo (LFT) salvo para los trabajadores del campo.
Retos actuales
Marité Villanueva, socia-directora en Aznar & Mondejar Abogados, afirma que México se encuentra rezagado en comparación con otros países en temas de bienestar laboral. La falta de inspección exhaustiva por parte de la autoridad y la espera hasta que la Ley lo prevea para implementar acciones en los centros de trabajo son problemáticas identificadas.
Iniciativa de la ‘Ley Vaso de Agua’
La propuesta de esta ley es vista como positiva, ya que refuerza la idea de bienestar en las condiciones de trabajo. Sin embargo, se argumenta que para algunos empleadores, medidas humanas como ofrecer agua o asientos no deberían esperar a ser obligatorias.
Apoyo a la iniciativa
La abogada laboral considera que esta iniciativa podría aprobarse rápidamente en el Senado, ya que es sencilla y aborda un derecho humano. Además, se destaca su importancia para proteger a los trabajadores expuestos a altas temperaturas.
Perspectiva legal
Nadia González Elizondo, otra abogada especialista en materia laboral, sostiene que la obligación de proporcionar agua potable ya está implícita en la Ley Federal del Trabajo y el Reglamento Federal de Seguridad y Salud en el Trabajo.
Sin embargo, reconoce que la falta de una sanción efectiva y recursos suficientes en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social dificulta su implementación. Argumenta por una política pública más integral que atienda estas particularidades.
Conclusión
La falta de implementación efectiva del derecho al agua en el trabajo en México contrasta con la legislación internacional. La iniciativa de la ‘Ley Vaso de Agua’ podría ser un paso para abordar esta situación, aunque también se plantean necesidades de fortalecimiento institucional y regulatorio.