Durante su campaña presidencial, Donald Trump prometió “las mayores operaciones de deportación de la historia” a sus votantes. Aunque el número de deportaciones no parece ser mayor que en años anteriores, la imagen creada por esta administración tiene un impacto significativo.
- Presentación de los deportados como criminales: Los deportados son mostrados esposados y etiquetados como “criminales”, enviando una señal clara tanto a votantes en EE. UU., como a migrantes actuales y potenciales.
- Uso de vuelos militares: Se han utilizado aviones militares para las operaciones de deportación, en lugar de los habituales vuelos civiles.
Estas acciones han generado un conflicto abierto entre EE. UU. y varios países de América Latina:
Reacciones de los líderes latinoamericanos
- Brasil: Lula da Silva condenó la política de deportaciones. El presidente brasileño la calificó como injusta y desproporcionada para las poblaciones vulnerables.
- Colombia: Gustavo Petro se negó a aceptar vuelos de deportación. Argumentó que tales acciones violan los derechos humanos y los acuerdos internacionales. Colombia finalmente cedió bajo presión económica de Trump.
Resentimiento en América Latina: Aunque las deportaciones son populares entre los votantes del norte, generan profundo resentimiento en el sur global. En América Latina, existe una sensación generalizada de injusticia respecto al trato de los ciudadanos que “solo buscan una vida mejor”.
Deportaciones y Poder Blanco
La política de poder blando, o influencia atractivo en lugar de coacción, es una herramienta poderosa. La migración, como “embajadores culturales”, puede aumentar la aceptación y el apoyo de la agenda exterior del país anfitrión.
Deportaciones y Antiamericanismo en América Latina
Estudios recientes muestran que las deportaciones aumentan los sentimientos antiamericanos. En promedio, un 10% más de deportados asocia una disminución de medio punto porcentual en la opinión favorable hacia EE. UU.
Por qué las Países que Deportan Deben Preocuparse
- Conflictos geopolíticos: Las políticas de deportación pueden poner en riesgo los objetivos de política exterior, como la amenaza de sanciones económicas a Colombia.
- Cambios en las alianzas geopolíticas: Con China buscando llenar el posible vacío de EE. UU. en América Latina, los Estados Unidos deben considerar las consecuencias de un cambio en estas relaciones.
