“Tengo la profunda pena de informarle que hoy, alrededor de las 1:30 PM, fue asesinado el C. General en jefe, Emiliano Zapata, por tropas del coronel Jesús M. Guajardo, quien realizó la acción con premeditación, alevosía y ventaja en San Juan Chinameca”. Así se reportaba oficialmente el 10 de abril de 1919, desde el Campamento Revolucionario en Sauces, estado de Morelos.
La leyenda de Emiliano Zapata
Hijo de una familia humilde dedicada al campo, Zapata comenzó a trabajar como peón y aparcero. Pronto se percató de la injusticia: los que labraban la tierra recibían menos recompensa que otros. A los veintitrés años, se unió a la causa de recuperar las tierras de Morelos, tomando las armas y ganando seguidores. Convencido de sus razones, decidió luchar por un cambio, incluso si era necesario hacerlo a sangre y fuego.
- Epítetos y opiniones: Los periódicos lo llamaban con diversos apodos, desde espantosos hasta encantadores. Fue acusado de querer quemar las haciendas para luego saquearlas.
- Defensa de la Tierra: A pesar de los rumores sobre su carta astral, Zapata defendió que peleaba por “la Madre Tierra”, no solo por “las tierritas”.
El Plan de Ayala y la lucha continua
Aunque firmados los Tratados de Ciudad Juárez en 1911, Zapata no aceptó. Acusó al presidente Madero de traicionar a la Revolución y promulgó el Plan de Ayala, desconociendo al gobierno de Madero y exigiendo la redención de la raza indígena y la repartición de latifundios. Sus ejércitos recorrían Morelos para capturarlo.
La emboscada fatal
El 10 de abril, Salvador Reyes Avilés describió la emboscada: “Al llegar el general en jefe al dintel de la puerta, los soldados sin tiempo para empuñar sus pistolas dispararon dos veces y Zapata cayó sin poder levantarse más.”
Legado y controversia
Su muerte causó indignación y tristeza entre sus seguidores. Aunque se difundieron teorías sobre su carta astral, muchos creyeron en su lucha por la tierra y la libertad.