El 2 de abril, Donald Trump impuso aranceles globales a casi todos los países. Sin embargo, México quedó exento debido a que los productos del T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá) no fueron incluidos en el castigo generalizado.
Beneficios inmediatos
- Posición competitiva: México se convirtió en el socio menos afectado y más competitivo entre los exportadores hacia Estados Unidos.
- Reposicionamiento de exportaciones: La diferencia de precios entre productos mexicanos y extranjeros (por ejemplo, autos japoneses y chinos) está generando un reposicionamiento a favor de México.
Presión sobre los productores mexicanos
A pesar de la ventaja arancelaria, los productores mexicanos enfrentan limitaciones de capacidad, escasez de transporte y falta de mano de obra. Esto ha llevado a algunas empresas a considerar importar productos extranjeros y exportarlos como mexicanos.
Impacto global
Las medidas arancelarias de Trump causaron una caída significativa en las bolsas mundiales, con pérdidas entre 5 y 9 billones de dólares. Esto refleja un golpe severo a la economía global, con menores utilidades corporativas, inflación por insumos caros, desempleo y mayor riesgo de recesión.
Vulnerabilidad de México
- Dependencia de EU: El 83% de las exportaciones mexicanas dependen de Estados Unidos, y entre el 10 y 15% ya enfrentan barreras arancelarias.
- Acero y aluminio: Estos productos pagan aranceles en EU.
- Posible recesión: La posible recesión en Estados Unidos, más allá de la caída del PIB nacional, generará desempleo y disminuiría las remesas.
Desafíos internos
México no ha resuelto sus debilidades internas, como la falta de inversión en logística, seguridad jurídica y energía. Esto podría hacer que el nearshoring se dirija a otros lugares si no mejora.
Conclusión
La exención arancelaria es una oportunidad, pero no una garantía. Para aprovecharla, el gobierno y el sector privado mexicanos deben actuar rápidamente, coordinados y con visión para traducir esta ventaja coyuntural en un nuevo ciclo de crecimiento.