WASHINGTON, DC – La política económica del presidente Donald Trump ha causado daños significativos a la economía estadounidense. Si bien inicialmente impulsó los mercados, la confianza inversora cayó debido a acciones caóticas y políticas comerciales hostiles.
Un buen inicio con problemas
Al inicio de su segundo mandato, Trump presentó promesas prometedoras, como ampliar la producción nacional de energía, eliminar regulaciones dañinas y bajar los impuestos corporativos. Esto llevó a un buen comienzo, con el S&P 500 y el Nasdaq alcanzando máximos históricos tras la victoria electoral de Trump en noviembre.
Reversión repentina
Sin embargo, recientemente, las acciones caóticas del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) y las idas y venidas con los aranceles han dañado la confianza de empresas y consumidores. Esto ha aumentado las expectativas de inflación, paralizado la inversión y hundido las bolsas.
Explicaciones para su comportamiento
- Incompetencia: El DOGE ha actuado sin planificación, publicando datos erróneos sobre recortes de gastos y causando confusión. A pesar de esto, no se han realizado reducciones efectivas del gasto gubernamental.
- Mercantilismo: Trump podría creer que cualquier déficit comercial bilateral implica una pérdida de valor económico para Estados Unidos. Este enfoque ha llevado a políticas contradictorias y objetivos inconsistentes.
- Transformación radical: Trump podría haber adoptado la creencia del movimiento MAGA de que la economía necesita una transformación dolorosa. Esto explicaría su discurso antielitista y su falta de preocupación por el daño económico.
Impacto político y futuro de la economía
A pesar de los problemas, Trump ha heredado una economía sólida. La fortaleza del mercado laboral, bajo desempleo, ingresos de hogares estables y crecimiento previsto a corto plazo hacen difícil que la economía caiga en recesión.
No obstante, la desaprobación pública de su gestión arancelaria y presupuestaria seguirá creciendo. Esto generará presiones políticas para que Trump gobierne de manera más responsable y resuelva la incertidumbre.
El autor: Michael R. Strain es director de Estudios de Política Económica en el Instituto Estadounidense de la Empresa y autor de “The American Dream Is Not Dead (But Populism Could Kill It)”.