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Desinformación: La Conexión entre Ideologías y la Creencia en Teorías de la Conspiración

El Extremismo Político y la Propensión a las Noticias Falsas

En los extremos del espectro político, donde reside el radicalismo, es donde las noticias falsas y la desinformación tienden a crecer y retroalimentarse. Estudios han demostrado que las personas con inclinaciones hacia la ultraderecha son más propensas a creer en teorías de la conspiración y a difundirlas en redes sociales. Esto se observa claramente en plataformas como Breitbart News, redes sociales como 4Chan y podcasts como el de Joe Rogan. De manera similar, aquellos con preferencias por movimientos de ultraizquierda también se dejan seducir por la desinformación y cuestionan la credibilidad de los expertos.

El fenómeno no se limita a estos extremos; incluso aquellos que se sitúan en el centro del espectro político, como la centroderecha o la socialdemocracia, pueden ser susceptibles a creer en información errónea. Esto se debe a que tienden a adoptar una postura más racional y abierta al debate, evitando la estrategia de demonizar a los adversarios.

Un estudio publicado en *Nature Human Behaviour* (“Conspiracy mentality and political orientation across 26 countries”) de Roland Imhoff, Felix Zimmer, Oliver Klein y otros 37 autores, reveló que la tendencia a creer en conspiraciones está directamente relacionada con la identificación de los sujetos en los extremos del espectro político. Los encuestados situados en estos extremos tendían a creer que el mundo está gobernado por fuerzas secretas y a votar a partidos nacionalistas y autoritarios.

Las Reglas de la Desinformación

Los creadores de desinformación, especialmente en los servicios de inteligencia rusos, han definido un conjunto de “mandamientos” para difundir información falsa. Estos incluyen:

* **Encontrar grietas en la sociedad:** Identificar divisiones sociales que se puedan explotar para socavar la confianza entre las personas.
* **Crear una mentira enorme:** Elaborar una mentira tan grande que parezca imposible de inventar.
* **Añadir un toque de verdad:** Incorporar una pizca de verdad para que la mentira parezca más creíble.
* **Atraer a un “tonto útil”:** Encontrar a una persona que, sin darse cuenta, difundirá el mensaje del Kremlin entre el público objetivo.
* **Negar:** Desmentir la verdad, incluso si es obvia.
* **Apuesta a largo plazo:** Acumular operaciones de desinformación durante un período prolongado para tener un impacto político significativo.

Claire Wardle, experta en verificación de internet, ha rastreado mentiras online desde 2008. En su análisis de Rusia Today (RT), destaca que el 80% de su cobertura es de alta calidad, pero que el 20% de las noticias falsas puede hacer que la gente piense que se trata de periodistas y que saben lo que hacen.

El Papel de los “Tontos Útiles”

Los creadores de desinformación se apoyan en personas que, sin darse cuenta, difunden sus mensajes. Estas personas suelen ser individuos con baja capacidad de análisis o que se dejan influir fácilmente por las emociones. La neurocientífica Clara Pretus ha descubierto que estas personas tienen una mayor actividad en las áreas del cerebro social, lo que les permite inferir qué piensan los demás y propagar mensajes de victimización.

Desinformación y Justificación de la Violencia

La desinformación puede llevar a las sociedades a justificar la violencia. Cuando se difunden narrativas de victimización, como la invasión rusa a Ucrania o las acusaciones contra Donald Trump sobre el supuesto robo de las elecciones, se puede crear un clima propicio para la justificación de actos violentos.

El Papel de los Líderes Autoritaristas

Los líderes autoritarios y populistas tienden a descalificar al periodismo independiente, lo que facilita la difusión de noticias falsas. En el caso de figuras como Miguel Bosé o líderes de partidos xenófobos, la desinformación se propaga a través de las redes sociales y los comentarios en línea.

Conclusión: Desinformación y la Pérdida de Realidad Compartida

La investigación revela una conexión entre el extremismo político, la desinformación y la pérdida de la realidad compartida. Cuando se difunden narrativas de victimización, se puede erosionar la confianza en las instituciones democráticas y crear un clima propicio para la justificación de actos violentos. La desinformación no solo se genera en Rusia, sino que es alimentada por actores provenientes de los extremos del espectro político.