El Día de las Infancias, una fecha que se celebra en todo el mundo, es mucho más que un simple día de regalos y festejos. Es una fecha cargada de historia, simbolismo y un compromiso continuo con los derechos de la niñez. Pero, ¿cómo llegamos a celebrar este día de la manera en que lo hacemos hoy? La respuesta es un viaje a través del tiempo, con influencias internacionales y decisiones políticas que han moldeado la manera en que honramos a los niños.
Un Viaje de Fechas y Propuestas
La historia del Día de las Infancias no tiene una fecha única y universal. Ha sido el resultado de un largo proceso, con diferentes propuestas y fechas que han ido ganando terreno a lo largo del tiempo. Inicialmente, en 1800, la inglesa Eglantine Jeff, fundadora de la Unión Internacional para el Bienestar del Niño y la Caja Británica de Ayuda al Niño, fue una de las primeras en abogar por un día dedicado a los niños y la celebración de sus derechos.
En 1954, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) recomendó instituir un Día Universal del Niño y sugirió el 20 de noviembre, coincidiendo con la aprobación de la Declaración de Ginebra. Sin embargo, hasta 1989, la fecha no fue universalmente adoptada. Cada país tomó su propio camino para establecer una fecha de celebración, reflejando las realidades y tradiciones locales.
La Decisión en México: Un 30 de Abril con Historia
En el caso de México, la historia del Día del Niño es particularmente interesante. Después de un largo debate y considerando el consejo de José Vasconcelos, titular del Ministerio de Educación, el general y presidente Álvaro Obregón decidió en 1924 establecer el 30 de abril como Día del Niño. Esta decisión no fue arbitraria; se basó en la necesidad de crear un día dedicado a los niños, con el objetivo de promover su bienestar y desarrollo.
Más que Regalos y Juegos: Reconociendo los Derechos de la Infancia
Si bien el Día del Niño se celebra con festejos, regalos y actividades recreativas, es fundamental recordar que la niñez va más allá de estas celebraciones. Es un tiempo para reflexionar sobre los derechos inherentes a cada niño, que son fundamentales para su desarrollo y bienestar. Estos derechos abarcan una amplia gama de aspectos:
- Derecho a la vida, a la supervivencia y al desarrollo: Es el derecho más básico, que implica garantizar la protección y el cuidado de los niños.
- Derecho a la identidad: Cada niño tiene derecho a conocer su origen, su cultura y su historia.
- Derecho a vivir en familia: La familia es el entorno fundamental para el desarrollo de la infancia.
- Derecho a la igualdad sustantiva: Todos los niños deben tener las mismas oportunidades, independientemente de su origen o condición.
- Derecho a no ser discriminado: Se prohíbe cualquier forma de discriminación basada en raza, género, religión o cualquier otra característica.
- Derecho a vivir en condiciones de bienestar y a un sano desarrollo integral: Implica garantizar acceso a una alimentación adecuada, atención médica y oportunidades de aprendizaje.
- Derecho a una vida libre de violencia y a la integridad personal: Se prohíbe cualquier forma de abuso, negligencia o violencia.
- Derecho a la protección de la salud y a la seguridad social: Garantizar el acceso a servicios de salud y protección social.
- Derecho a la inclusión de niñas, niños y adolescentes con discapacidad: Promover su participación plena y equitativa en la sociedad.
- Derecho a la educación: Acceso a una educación de calidad que promueva su desarrollo integral.
- Derecho al descanso y al esparcimiento: Tiempo libre para el juego, la recreación y el desarrollo de sus intereses.
- Derecho a la libertad de convicciones éticas, pensamiento, conciencia, religión y cultura: Respetar sus creencias y valores.
- Derecho a la libertad de expresión y de acceso a la información: Fomentar su capacidad para expresarse y acceder a la información.
- Derecho de participación: Oportunidades para participar en la toma de decisiones que les afectan.
- Derecho a la asociación y reunión: Libertad para organizarse y reunirse pacíficamente.
- Derecho a la intimidad: Respetar su privacidad y confidencialidad.
- Derecho a la seguridad jurídica y al debido proceso: Garantizar su protección legal.
- Derecho a acceso a las tecnologías de la información y comunicación, así como a los servicios de radiodifusión y telecomunicaciones, incluido el de banda ancha e Internet.
El Día de las Infancias, por lo tanto, es una oportunidad para recordar que la infancia no se limita a un día de festejos. Es un derecho fundamental, una etapa crucial en el desarrollo humano y una inversión en el futuro de nuestra sociedad. Es un día para honrar a los niños, reconocer sus derechos y trabajar por un mundo donde todos puedan crecer felices, seguros y con oportunidades para alcanzar su máximo potencial.