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Web Editor

Reconocimiento a la Trayectoria Artística de Kiyoto Ota

Un Legado Escultórico entre México y Japón

El Maestro Kiyoto Ota Recibe la Medalla Bellas Artes 2025

El Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) entregó este miércoles 20 de agosto la Medalla Bellas Artes 2025 al escultor japonés-mexicano Kiyoto Ota, en reconocimiento a su trayectoria artística y a su labor como formador de generaciones de artistas. La ceremonia se llevó a cabo en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, con la presencia de amigos, familiares, colegas y estudiantes; así como de la directora general del INBAL, Alejandra de la Paz; la artista visual Magali Lara, y el también escultor Erik Bachtold, quienes expresaron su admiración y cariño al galardonado, y hablaron sobre su trayectoria, visión artística y legado.

“No me lo esperaba, fue una sorpresa y un gran honor para mí. Quiero agradecer a todas las personas que me han apoyado, miembros de academias de arte, además de todo mi amigos, amigas y familia”, expresó Ota al recibir el reconocimiento.

Instituida en 1993, la Medalla Bellas Artes es el máximo galardón que otorga el INBAL para reconocer la trayectoria de personas creadoras que contribuyen de manera significativa al arte, el patrimonio y la cultura en México y en el mundo.

“Hoy celebramos al maestro Kiyoto Ota, cuya obra y enseñanza consolidan su lugar en la historia del arte contemporáneo mexicano y reafirmamos con este acto nuestro compromiso con la promoción, visibilización y fortalecimiento de las trayectorias que configuran nuestro patrimonio cultural y artístico”, señaló Alejandra de la Paz.

Kiyoto Ota es reconocido por el INBAL.

Kiyoto Ota es reconocido por el INBAL.Cortesía / INBAL

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La directora general del INBAL agregó: “Celebra su compromiso como docente que ha formado generaciones de artistas que hoy participan activamente en la vida cultural del país. Su enseñanza ha transmitido metodologías, sensibilidad y rigor, creando un puente entre la práctica de un oficio y la creación contemporánea”.

Adelantó que en 2026 el Museo del Palacio de Bellas Artes albergará una retrospectiva del galardonado: “Permitirá revisitar la trayectoria y obra del maestro Ota, pero también generar nuevas aproximaciones, estudios y diálogos en torno a su tan merecida y reconocida práctica artística. Queremos que con esta exposición se contribuya a construir un paisaje de prácticas artísticas contemporáneas que interactúen con las nuevas generaciones”.

Un puente entre México y Japón

Nacido en 1948 en Nagasaki, Japón, Kiyoto Ota llegó a México en 1972, motivado por el deseo de ampliar sus horizontes artísticos y entrar en contacto con un contexto cultural distinto al de su país natal. En México consolidó su carrera y vida artística como escultor.

En Japón, estudió en la Escuela de Arte Democrático de Tokio. En la Ciudad de México ingresó a la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda” y de manera posterior al Centro de Investigación y Experimentación Plástica del INBA, en el cual encontró un espacio fértil para el diálogo entre la tradición oriental que lo formó y la efervescencia artística mexicana de los años setenta.

“Estamos hablando de un artista silencioso que no le tiene miedo a la dificultad que tiene la elaboración de cada pieza y que trabaja de manera esmerada porque cree en lo que deposita en cada una de ella. Es un artista muy personal, cuyos amigos llaman ‘japoteco’ con afecto (…) que casi siempre hace las cosas solo para concentrarse en su trabajo y que se olvida del tiempo y el mundo”, dijo Magali Lara, quien fue parte del jurado para el reconocimiento, junto a Rita Eder y Osvaldo Sánchez.

En 1983, Ota se convirtió en profesor en la Escuela Nacional de Artes Plásticas –hoy Facultad de Arte y Diseño– de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en la que formó a múltiples generaciones de escultores por 35 años.

Como docente dejó una huella profunda en el panorama artístico del país, al orientar su enseñanza a la búsqueda de un equilibrio entre la técnica y nuevas formas de experimentación. Formó a generaciones de escultores que hoy son protagonistas de la escena contemporánea, lo que aseguró la continuidad de una tradición escultórica crítica y renovadora.

“Me atrevería a decir que gracias a él se formó una nueva generación de escultores que actualmente están produciendo y seguramente siguen valorando las enseñanzas del maestro. Su obra se distingue por su dedicación, por el tiempo invertido en cada detalle y cada pieza refleja una entrega profunda, un trabajo paciente, minucioso y un respeto absoluto por el material”, aseguró Erik Bachtold.

“Quienes fuimos sus alumnos aprendimos más allá de las palabras, aprendimos a observar nuestra actitud frente a la creación. Su ejemplo fue mucho más potente que cualquier discurso, pues su manera de trabajar, su concentración, su respeto por la obra y sobre todo su perseverancia nos enseñaron lo que representa ser una artista”, aseveró Bachtold.

En cuanto a su producción artística, la obra de Kiyoto Ota se distingue por una constante exploración del espacio y de los materiales. Su interés en la piedra, el hierro, el plomo y la madera no responde a su naturaleza física y a las cualidades simbólicas que poseen, pues en sus obras se transforman en vehículos para reflexionar sobre el vacío, la presencia y la temporalidad.

La precisión técnica con la que trabaja convive con una sensibilidad poética que invita al espectador a una experiencia contemplativa y corporal frente a la obra.

Una parte fundamental de su trabajo consiste en el desarrollo de proyectos de sitio específico. Para Ota, el espacio expositivo es un elemento activo que dialoga con la obra. De ahí que sus instalaciones transformen el lugar en parte esencial de la experiencia estética. Dicha concepción contribuye a expandir los límites de la escultura en México, acercándola a prácticas contemporáneas que ponen en primer plano la relación entre cuerpo, obra y entorno.

En 1986 el Museo de Arte Moderno le dedicó su primera exposición individual. Desde entonces, ha expuesto en museos y galerías de México y Japón, y cuenta con obra pública en ambos países, así como en España. Fue becario del Sistema Nacional de Creadores de Arte en distintas emisiones, tutor del programa Jóvenes Creadores y en 2016 recibió el Premio del Canciller del Gobierno de Japón en Artes Visuales. En 2015 ingresó a la Academia de Artes de México como miembro correspondiente.

Preguntas y Respuestas Clave

  • ¿Cuál es la importancia de este reconocimiento para Kiyoto Ota? Es el máximo galardón que otorga el INBAL, reconociendo su trayectoria y contribuciones al arte y la cultura en México.
  • ¿Qué papel ha tenido Kiyoto Ota en el ámbito artístico? Ha sido un escultor de renombre, formador de generaciones de artistas y promotor del diálogo entre la tradición oriental y la escena artística mexicana.
  • ¿Cómo impacta este reconocimiento en el futuro del arte en México? El premio busca visibilizar y fortalecer las trayectorias artísticas, así como fomentar la creación de nuevas generaciones de artistas.