El perfeccionismo, cuando se convierte en un comportamiento tóxico dentro de los equipos de liderazgo, puede tener consecuencias devastadoras. No se trata simplemente de buscar la excelencia, sino de una presión constante y un control excesivo que afecta negativamente el bienestar de los colaboradores y la dinámica del equipo. Este fenómeno, a menudo impulsado por una alta carga mental en los líderes, se manifiesta en prácticas como el micromanagement y la supresión de ideas innovadoras.
Según un estudio realizado por Wellhub, el estrés laboral es la principal causa de problemas relacionados con la salud mental en México, siendo considerado por el 55% de la población. Esta cifra subraya la magnitud del problema y la necesidad urgente de abordar las causas que contribuyen a este estrés, incluyendo dinámicas laborales tóxicas.
Paola Saucedo, fundadora de la consultora The Working Method, señala que “con el exceso de perfeccionismo le hacemos daños al equipo. Empezamos a exigirles, no permitimos que tomen decisiones por su cuenta y es ahí cuando frenamos la proactividad”. Esta observación revela cómo el perfeccionismo tóxico limita el desarrollo individual y colectivo dentro de una organización.
Consecuencias del Perfeccionismo en los Equipos
El perfeccionismo tóxico no solo genera una mayor carga mental para el líder, sino que también impacta directamente al equipo. Los colaboradores se sienten constantemente vigilados, presionados por no cometer errores y carecen de la confianza necesaria para expresar sus ideas y proponer soluciones. Esta dinámica inhibe la innovación, ya que los miembros del equipo evitan arriesgarse y proponer nuevas ideas por temor a equivocarse, lo que a su vez incrementa el estrés general del equipo.
Las prácticas que conllevan al perfeccionismo en los líderes se dan cuando intentan controlar la situación, actúan de manera impulsiva ante los errores y supervisan de más a los colaboradores. Esta actitud, conocida como micromanagement, socava la autonomía y la iniciativa de los miembros del equipo, generando un ambiente de desconfianza y frustración.
A nivel mundial, el estrés es un problema generalizado: tres de cada cuatro personas afirman sentirse estresados a tal punto que han afectado su vida diaria, según un informe del Día Mundial de la Salud Mental, realizado por Ipsos. Este dato resalta la necesidad de abordar las causas subyacentes del estrés, incluyendo las dinámicas laborales que promueven el perfeccionismo tóxico.
3 Pasos para Dejar de Ser Perfeccionista Tóxico
Paola Saucedo puntualiza que el perfeccionismo tóxico no se debe confundir con la calidad, ya que la diferencia radica en aceptar los errores y comprender que no siempre se lograrán los objetivos a la perfección, pero es importante tener un plan de acción. En empresas con alto desempeño, el 83% de los líderes anima a los colaboradores a probar nuevas ideas, fracasar y aprender de los resultados.
Para evitar caer en el exceso de perfeccionismo, se sugieren los siguientes pasos:
- 1. Aceptar los errores: El primer paso es reconocer que los errores son inevitables y, por ende, una equivocación de un líder o de su equipo no debe ser sinónimo de malos tratos, sino una oportunidad para aprender y mejorar. En lugar de castigar los errores, se debe analizar qué salió mal, identificar las causas y establecer planes para evitar que se repitan.
- 2. Comenzar a confiar: Estar seguro de que el equipo puede lograr resultados eficientes es el segundo paso para prevenir el perfeccionismo. La función del líder debe ser la de un guía, brindando apoyo y recursos, pero permitiendo que el equipo tome sus propias decisiones y asuma la responsabilidad de sus acciones.
- 3. Aprender a delegar: Una de las características del perfeccionismo es asumir toda la carga de trabajo, a causa de la desconfianza en los demás. Aprender a delegar tareas es una manera de prevenir estas conductas y, al mismo tiempo, permitir el trabajo en equipo y la distribución equitativa de responsabilidades.
Este fenómeno, a menudo impulsado por una alta carga mental en los líderes, se manifiesta en prácticas como el micromanagement y la supresión de ideas innovadoras. El estudio de Wellhub revela que el estrés laboral es la principal causa de problemas relacionados con la salud mental en México, siendo considerado por el 55% de la población. Este dato subraya la magnitud del problema y la necesidad urgente de abordar las causas que contribuyen a este estrés, incluyendo dinámicas laborales tóxicas.