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Aumentar los Precios de Refrescos: Una Estrategia para Reducir la Obesidad en México

El Impacto de un Aumento de Precio del 20% en Bebidas Azucaradas

México enfrenta un desafío significativo con el aumento de la obesidad y las enfermedades relacionadas. Para abordar este problema, expertos como Judith Senyacen Méndez, directora adjunta de Investigación y especialista en Salud y Finanzas Públicas del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), y Iván Bremeunea, coordinador del Programa de Justicia Fiscal de Fundar, han propuesto una estrategia basada en el aumento del precio de las bebidas azucaradas. La idea central es que un incremento del 20% en el precio de estos productos podría ser una herramienta efectiva para reducir su consumo y, a la vez, generar ingresos que se destinen a programas de salud.

El estudio realizado por Fundar, junto con la experiencia de Senyacen Méndez, sugiere que esta medida podría reducir el consumo de refrescos en un 16 a 19%, y, de manera esperanzadora, podría disminuir los casos de obesidad en hasta 970,000 personas. Además, se estima que la recaudación anual generada por este impuesto podría superar los 104,000 millones de pesos, lo que representa el 60% del presupuesto del IMSS-Bienestar. Bremeunea enfatiza que, incluso con un aumento menor al 6%, se podrían observar una disminución del 3.2% en los casos de obesidad.

Sin embargo, la implementación del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a las bebidas azucaradas en 2014, aunque fue un primer intento de abordar el problema, ha generado controversia. Estudios realizados por instituciones como el Colegio de México (Colmex), el ITAM y la Universidad de Nuevo León concluyeron que, en los años posteriores a la implementación del gravamen, el impacto fue limitado. El Colmex reportó una disminución de ventas de refrescos del 1.9% en 2014, aunque esta reducción se había estado observando desde 2012. El INSP, por su parte, reportó una disminución promedio del 6% en el consumo de estas bebidas.

Bremeunea señala que el impuesto actual a las bebidas azucaradas ya no tiene un impacto significativo, representando solo entre 5.6% y 5.9% del precio de estos productos. Por esta razón, propone aumentar el impuesto al 20%, argumentando que es necesario un esfuerzo mayor para combatir la epidemia de obesidad, especialmente en las comunidades más marginadas del país, donde el consumo de bebidas azucaradas es particularmente alto y la diabetes, una consecuencia directa del consumo excesivo de azúcar, se ha convertido en un problema grave.

Para lograr este objetivo, Fundar ha presentado a las autoridades un documento con propuestas que incluyen: un régimen fiscal especial para la industria de bebidas saborizadas, limitando las deducciones en marketing y publicidad; restricciones al acceso a beneficios fiscales; y mayor transparencia, junto con una carga tributaria más alta. La propuesta busca desincentivar el consumo de estas bebidas, al tiempo que se genera una mayor recaudación para financiar programas de salud y prevención.

Preguntas y Respuestas Clave

  • ¿Cuál es la principal razón para considerar un aumento de precio en las bebidas azucaradas? Reducir el consumo y prevenir enfermedades relacionadas con la obesidad.
  • ¿Cuánto se estima que podría disminuir el consumo de refrescos con un aumento del 20%? Se espera una reducción entre 16 y 19%.
  • ¿Cuál es el impacto potencial de esta medida en la recaudación fiscal? Se estima que podría generar más de 104,000 millones de pesos al año.
  • ¿Por qué se considera que el impuesto actual no es suficiente? Representa solo entre 5.6% y 5.9% del precio de las bebidas azucaradas.
  • ¿Qué tipo de medidas propone Fundar para la industria de bebidas? Un régimen fiscal especial que limite las deducciones en marketing y publicidad, además de restricciones al acceso a beneficios fiscales.