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Conectividad Rural en Estados Unidos y Lecciones para América Latina

El Desafío de la Brecha Digital en América Latina

América Latina enfrenta un desafío persistente: la brecha digital, que se manifiesta con creces en las zonas rurales y remotas. A pesar de los avances tecnológicos, millones de personas carecen de acceso a internet confiable y rápido, lo que limita su participación en la economía moderna, el acceso a la educación y la posibilidad de conectarse con el mundo. Esta situación se ve exacerbada por las inversiones limitadas en infraestructura y la falta de políticas públicas efectivas.

Modelos de Conectividad en Estados Unidos: FCA y FODR

Estados Unidos ha experimentado con diferentes enfoques para abordar este problema. El Connect America Fund (FCA), lanzado en 2011, buscó solucionar la falta de rentabilidad para los operadores privados en zonas rurales mediante subsidios directos. Sin embargo, las velocidades mínimas establecidas (10 Mbps de bajada y 1 Mbps de subida) resultaron insuficientes para actividades como la educación virtual o el teletrabajo, y más del 90% de los hogares conectados seguían con conexiones limitadas. El programa, a pesar de la inversión de más de 10 mil millones de dólares, no logró cerrar la brecha digital.

El siguiente paso fue el Rural Digital Opportunity Fund (FODR), creado en 2019. Este programa incorporó mecanismos competitivos a través de subastas inversas, donde operadores grandes y pequeños pujaban por fondos a cambio de compromisos de cobertura, calidad y plazos. Si bien el FODR mejoró algunos aspectos, también enfrentó problemas: más de USD 3.3 mil millones fueron adjudicados a empresas que no cumplieron los requisitos técnicos, y muchas comunidades quedaron excluidas debido a errores en los mapas de cobertura.

El Programa PEADBA: Una Visión Más Amplia

El Broadband Equity, Access, and Deployment Program (PEADBA), lanzado en 2021 con un presupuesto de USD 42.45 mil millones, representa una evolución del modelo anterior. Este programa se basa en las lecciones aprendidas y busca no solo conectar hogares, sino también cerrar brechas estructurales de acceso digital. Se enfatiza la necesidad de una mayor precisión en la identificación de zonas sin servicio, coordinación con gobiernos estatales y locales, priorización de tecnologías escalables como la fibra óptica, y un enfoque integral que incluya alfabetización digital, equipamiento, sostenibilidad y precios asequibles.

El PEADBA exige que los gobiernos estatales desarrollen planes detallados en consulta con actores comunitarios y tribales, lo que crea una arquitectura institucional más inclusiva y descentralizada. El programa reconoce la conectividad rural como un servicio público esencial, similar a la electricidad o el agua potable.

Lecciones Clave para América Latina

La experiencia de Estados Unidos ofrece valiosas lecciones para América Latina. Estas son algunas de ellas:

  • Subsidios Directos con Rendición de Cuentas: Los subsidios directos a los operadores pueden ser útiles, pero deben ir acompañados de mecanismos claros de rendición de cuentas y mapas precisos.
  • Datos y Transparencia: Invertir en datos confiables sobre la cobertura y los diagnósticos territoriales es fundamental para evitar errores y asegurar que los fondos se utilicen de manera efectiva.
  • Enfoque en la Inclusión: Considerar las necesidades específicas de comunidades históricamente marginadas, como pueblos indígenas y zonas rurales dispersas.
  • Colaboración: Trabajar con operadores que ya ofrecen servicios en zonas rurales, aprovechando su conocimiento del terreno y la logística.
  • Marco Institucional Robusto: Implementar marcos institucionales sólidos y recursos financieros a gran escala.

El Papel de los Fondos Existentes

Los fondos de acceso universal existentes en muchos países latinoamericanos podrían reformularse bajo una lógica más moderna, con apoyo de bancos de desarrollo y organismos multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Corporación Andina de Fomento (CAF) o la Comisión Económica para América Latina (CEPAL). Es importante aprovechar estos recursos de manera más eficiente y estratégica.

Conclusión: Un Camino hacia la Inclusión Digital

La conectividad rural no puede seguir siendo una externalidad del mercado. Requiere política pública inteligente, inversión sostenida y planificación estratégica. América Latina tiene la oportunidad de diseñar su propio camino hacia la inclusión digital rural, adaptando las lecciones aprendidas y aprovechando los recursos disponibles. El objetivo final es asegurar que cada comunidad, sin importar cuán remota, pueda acceder a una conexión segura, rápida y asequible.