Un Sistema que Destruye Vocaciones y Vida
El sector salud mexicano enfrenta una crisis profunda, mucho más allá de la falta de recursos y la corrupción. Un problema fundamental y urgente es la violencia sistémica que se perpetúa en la formación de médicos especialistas. El modelo actual, basado en abusos, cargas extenuantes y un trato inhumano hacia los residentes, está generando una tragedia generalizada. La historia de Abraham Reyes Vázquez, un joven cardiólogo que se suicidó después de sufrir abusos durante su residencia en Monterrey, es solo un ejemplo de una problemática que se repite y exige una solución inmediata.
La Raíz del Problema: El “Habitus Autoritario”
El sistema de formación médica en México está estructurado alrededor de una jerarquía rígida y una competencia feroz por el prestigio. Los residentes son formados a través de un “habitus autoritario”, una serie de prácticas automatizadas que normalizan el sufrimiento como método pedagógico. Se les educa a punta de castigos, internalizando dinámicas que luego replican en su práctica profesional. Según el doctor Roberto Castro Pérez, catedrático investigador SNI III del CRIM de la UNAM, “se les educa a punta de castigos”.
Castro explica que los médicos internalizan estas dinámicas desde el pregrado y las replican en su práctica. En una encuesta a más de 600 residentes, se reveló que el 54% había sufrido violencia durante su formación, incluyendo regaños constantes y acoso sexual, especialmente contra mujeres médicas y enfermeras. Este trato deshumanizado es una extensión del “habitus autoritario” aprendido en la formación, donde los médicos, a menudo emocionalmente agotados, trasladan su frustración a los pacientes en forma inconsciente.
Más Allá de la Profesión: Consecuencias Devastadoras
Las consecuencias de este sistema son devastadoras para todos los involucrados. La violencia en la formación médica no solo destruye las vocaciones y la salud mental de los residentes, sino que también se proyecta en el trato a los pacientes. Se han visibilizado casos de violencia obstétrica, donde mujeres enfrentan maltrato, procedimientos sin consentimiento y humillaciones durante el parto.
Un Sector en Crisis: Desabasto, Precariedad y Falta de Confianza
El sector salud mexicano enfrenta desafíos como el desabasto de medicamentos, la precariedad de los servicios y una creciente falta de confianza pública. La muerte de Abraham es un reflejo de las fallas estructurales de los institutos públicos, como el IMSS, donde se perpetúan estas prácticas.
El Sector Salud Bajo Ataque: Negligencia y Protección de Actos Inconfesables
El caso de la muerte de un bebé a raíz de negligencia médica en el ISSSTE, donde se niega la justicia a los papás, es una evidencia de cómo en el sector salud se rompe el esquema de protección a derechos humanos. La designación de personajes cercanos a López Obrador para cargos internacionales, como Juan Ferrer y López-Gatell, se interpretan como un intento de alejarlos del escrutinio nacional y proteger acciones inconfesables del sexenio anterior.
Innovación y Decisiones en un Sector en Crisis
A pesar de la crisis, se mantienen iniciativas como la Semana Nacional de Innovación AMIIF, donde participan autoridades y personajes relevantes que toman decisiones en el sector salud. La presencia de figuras como David Kershenobich, Eduardo Clark y otros líderes del IMSS, Cofepris y otras instituciones demuestra que la innovación se mantiene a pesar de los desafíos.
El “Habitus Autoritario” y el Sector Salud
La persistencia del “habitus autoritario” en la formación médica es un problema complejo que requiere una solución integral. Se necesita reformar la educación médica, incorporando habilidades socioemocionales, limitando las jornadas de los residentes y garantizando canales seguros para denuncias. Además, es fundamental establecer mecanismos de vigilancia ciudadana, como la supervisión de asociaciones de pacientes sobre las prácticas hospitalarias.